Bilbao Centro busca la mejor "amama tortilla"

Dice la leyenda -una entre las tantas asentadas en los mentideros- que, durante una fría noche de invierno, el general Tomás Zumalacárregui irrumpió en la casa de una aldeana en Nafarroa, ávido de sustento. La pobre campesina, forzada a agudizar su ingenio, reconvirtió su escasez de recursos -unos pocos huevos, patatas y cebollas- en lo que hoy conocemos como una tortilla de patata. El suculento plato halagó tanto al estómago del general que decidió implantar la original fórmula como avituallamiento frecuente entre el ejército carlista.

Tenga la fábula mucho de cierto o poco de verdad, desde entonces, la suma de la sabiduría generacional ha resuelto otorgar un espacio predilecto a la tortilla de patata dentro de los básicos de la gastronomía autóctona. Y, en esa área, tal y como demostró aquella ama de casa navarra, las que reinan son las mujeres experimentadas. Con conocimiento de causa, la asociación de comerciantes Bilbao Centro ha organizado el I Concurso de Tortilla de Patata de Bilbao, en el que cerca de 40 participantes de los comercios hosteleros céntricos se enfrentarán al veredicto de unas amamas, avezadas en la fogones y con cientos de tortillas a sus espaldas, encargadas de determinar si existe alguien que las elabore mejor que ellas.

El certamen, que ya está en marcha, se desarrollará hasta el 8 de diciembre en varios locales ubicados en calles como Alameda de Urquijo, Ercilla, Licenciado Poza, Maestro García Rivero o Rodríguez Arias, entre otras. “Habrá un jurado que recorrerá todos los locales y degustará todas las tortillas”, explicó Olga Zulueta, coordinadora de proyectos de Bilbao Centro, durante la presentación de la iniciativa. Asimismo, todos aquellos ciudadanos que se acerquen a los bares participantes podrán paladear los platos a concurso, que estarán señalizados con un banderín, y, además, tendrán oportunidad de votar a través de Facebook por su tortilla favorita.

Varios miembros del jurado aprovecharon ayer para demostrar su buen hacer culinario con un ejemplo de sus tortillas. “Las nuestras tienen muy buena pinta, ¿eh, Conchi?”, evidenció Nieves, una de las amamas convocadas. Junto a otras tres amamas, ellas serán las encargadas de fallar los cinco finalistas en la categoría Amama Tortilla, en la que los únicos ingredientes serán el huevo y la patata. A pesar de parecer una modalidad básica, los miembros del tribunal presentes demostraron ser “duras de pelar” en cuanto a otorgar la distinción que lleva su nombre. “A lo largo de mi vida he hecho muchísimas tortillas, tenía un bar en Olabeaga y me tocaba siempre hacerlas”, explicó Conchi sobre su experiencia, mientras que Nieves puntualizó que una buena tortilla “hay que hacerla con cariño y con una materia prima de calidad”.

La segunda categoría, en la que cada participante podrá utilizar cualquier ingrediente, tendrá como jurado miembros de la asociación, patrocinadores y expertos del sector que elegirán seis finalistas. Aingeru Etxebarria, director de la Escuela de Cocina & Catering Service Bilbao, compareció como representante de este comité, acompañado por “una tortilla jugosa con un guisote de níscalos y unos pimientos de Derio”. En la segunda modalidad se otorgarán el premio Tortilla San Mamés, para la que demuestre tener el “sabor más especial y agradable”, y Bilboko Tortilla, para el ejemplar gastronómico “más innovador y creativo”.

Según el cocinero, curtido en los fogones de Karlos Arguiñano o Pedro Subijana, “la tortilla de patatas es un plato fácil, pero difícil a la vez; tienes que jugar con que esté jugosa, pero bien hecha”. De hecho, el arte de dominar este plato tradicional, bien le puede valer el aumento o la reducción de la clientela a un local hostelero, ya que “la gente a la que le gusta la tortilla se mueve mucho para encontrar la ideal”. Esa búsqueda de la tortilla de patata perfecta, con la que la mayoría ansía encontrar un sabor evocador que le transporte a su hogar, vivirá su gran final en enero, mes en el que se resolverán los ganadores de los tres premios.