Una indumentaria que induce a error

EL buzo tiene nueve meses y ese ha sido, precisamente, el tiempo de gestación de la polémica. El uniforme de las ciclistas colombianas que participarán en el Giro a Toscana, que asemeja el desnudo de las participantes a la altura del pubis, ha desatado una tormenta de críticas en Colombia y ha provocado la reacción de la Liga de Ciclismo de Bogotá.

El equipo femenino de Bogotá Humana, que participará en la edición número 19 del Giro a Toscana, presentó un llamativo uniforme rojo y amarillo que desde la cintura hasta las ingles tiene una franja beige que asemeja el desnudo. Tras divulgarse la fotografía del maillot, las redes sociales hirvieron en Colombia con burlas y críticas a cuyo paso salió el Instituto Distrital de Recreación y Deportes (IDRD).

“Frente a los uniformes del equipo de ciclismo femenino, aclaramos que no nos consultaron sobre su diseño. Apoyamos al equipo en su viaje”, manifestaron en su cuenta oficial de Twitter.

Ante el incremento de la polémica, la Liga de Ciclismo de Bogotá emitió un comunicado firmado por su presidente, Carlos Orlando Ferreira Pinzón, en el que “lamentan la controversia” y el “irrespeto y la burla”. “Ya han transcurrido 9 meses en los que las ciclistas compiten con este uniforme y solo hasta la fecha la indumentaria es objeto de burla, producto de quien tan solo puede hacer esto, un medio de comunicación o una persona sensacionalista”, afirmó Ferreira.

“Sin malicia” Además, añadió que el uniforme “fue creado sin malicia, sin intención alguna de insinuar ni, mucho menos, utilizar a la mujer para promocionarla o para que ella sea un instrumento para mercadear el producto de los patrocinadores de este equipo”.

Según especificó en el comunicado, el maillot fue diseñado por una de las propias integrantes del equipo, la deportista Angie Tatiana Rojas, y avalado “por sus compañeras, patrocinadores y por el IDRD”. A juicio de la Liga de Ciclismo de Bogotá, la fotografía que muestra los uniformes tiene “un efecto visual” que no se corresponde con la realidad. “No es justo, entonces, con estas deportistas y con sus esfuerzos deportivos, que los mismos colombianos se afanen a defender la visión de un medio o un comunicador amarillista que busca en una badana y en un color piel, lo que nunca se ha querido insinuar”, concluye Ferreira. Sin embargo, no se trata solo de una fotografía. El efecto de sombra que se forma con la badana del culote acentúa la sensación de desnudez de la indumentaria.

Otras polémicas La discusión está servida, como lo ha estado también en el caso de otras indumentarias de deportistas femeninas. El pasado mes de julio, las jugadores vascas de balonmano playa se negaron a jugar en bikini. “Se nos trata como a ganado”, denunció María Ballester, jugadora de balonmano playa. Y es que la Federación Española de Balonmano Playa exigirá desde el próximo año que las jugadoras vistan con top y braga, tal y como se presenta en el reglamento europeo, impidiendo la participación en competiciones de aquellos equipos cuyas jugadoras porten otra indumentaria, por ejemplo, una camiseta con mangas y un culote. Debido a la polémica desatada, la Federación Vasca de Balonmano Playa medita seguir tomando parte en aquellos torneos organizados por la Federación Española, al entender que la medida que se impondrá no promulga el trato igualitario.

El baloncesto tampoco se libró de una polémica en torno a la indumentaria de las jugadoras. En 2011, la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) en Europa decidió estrechar y acortar la indumentaria deportiva de las mujeres. Las jugadoras señalaron entonces que se debe asumir el concepto de espectáculo en el deporte como un elemento más del atractivo, pero no un espectáculo a costa de un sesgo sexista. Por ello, el rechazo fue contundente al entender que torpedea el desarrollo de la mujer y se utiliza a las “jugadoras de baloncesto como objetos”.