Silvia e Ixone derrotan a 32 parejas de hombres jugando al mus
Silvia e Ixone se imponen en el primer torneo Txapeldun de Txapeldunes de mus Superaron a 32 parejas de muslaris, todos hombres, de Euskadi y parte el Estado
IXONE y Silvia demostraron la madrugada del pasado domingo que son dos mujeres de órdago. Tras más de nueve horas jugando interminables partidas de mus, se proclamaron vencedoras del I Torneo Txapeldun de Txapeldunes. Una competición que reunió en Laudio a los mejores muslaris de Euskadi y de otras comunidades del Estado, todos hombres, por supuesto. Al final, se impusieron a las 32 parejas participantes con buenas cartas, mucho talento y señas indetectables. Este nuevo entorchado que se ha sacado de la manga Jesús González, un gran aficionado al mus, les ha proporcionado a Ixone y Silvia el pasaporte para participar en Donostia en la fase preliminar del mundial, que se celebrará en Chile, y en el Máster de Ourense. Además de la txapelas, estas dos jóvenes encartadas se llevaron de premio un pasaje para un crucero por el Mediterráneo. Allí no dejaran de meter órdagos, porque las dos confiesan que están "enganchadas" al mus.
Silvia e Ixone se fueron enganchando a uno de los juegos de cartas más populares del País Vasco por caminos diferentes, aunque guardan cierta similitud. Silvia Ruiz Varona, nacida en Balmaseda hace 39 años, aprendió a jugar hace algo más de un década en el bar de una tía. "Veía a la gente jugar y no entendía nada; me parecía dificilísimo, pero me daba mucha envidia", recuerda Silvia. Así que un buen día le dijo a un familiar que no salía del bar sin saber jugar al mus. Y allí estuvo toda la tarde, haciendo un cursillo acelerado de pequeña, mayor, pares, juego, envites y órdagos. Han pasado doce años y Silvia se ha convertido en una de las mejores jugadoras de mus del Estado. ¿Cómo lo ha hecho? "Metiendo muchas horas", contesta.
Reglas Una trayectoria parecida ha seguido Ixone Ureña Elexpe, nacida en Sodupe hace 32 años. Ixone cuenta que conoció las reglas básicas del mus a través de un exnovio. Y, al final, él le enseñó a jugar. De eso hace ocho años, el suficiente como para cambiar de compañero y convertirse en una experta muslari. Las dos, con parejas de partida masculinas, fueron entrando poco a poco en el mundillo de los campeonatos. Y en uno de ellos, concretamente en uno que se celebraba en Artzeniega, Ixone y Silvia se conocieron. "Jugábamos en contra, pero como había pocas mujeres", relata Ixone, "empezamos a hablar, nos intercambiamos los móviles y hasta ahora". Desde el primer momento que comenzaron a jugar juntas vieron que se entendían muy bien, algo fundamental en el mus. Lo explica Silvia: "Tener buenas cartas hace mucho, pero lo más importante en el mus es la compenetración entre la pareja". Una compenetración que se ha ido acrecentando durante los seis años que llevan jugando juntas. "Silvia es la que me pasa las señas y yo soy la que llevo la partida, la que juego con las ocho cartas de la pareja", señala Ixone, "porque en el mus se juega así, uno es el que apuesta". Cada una juega su rol. La destreza de Silvia pasando señas es reconocida por su compañera de juego. "Es muy difícil cazarle", dice Ixone. Y si, por lo que sea, Silvia no puede pasarle el juego a través de un guiño o una mueca, con solo mirarse Ixone sabe las cartas que lleva. A esa indetectable técnica de comunicación han llegado después de haber jugado muchas partidas. "Entre semana no jugamos tanto porque tenemos que trabajar, pero todos los fines de semana aprovechamos para ir a algún campeonato", señala Ixone. Y Silvia apostilla: "Como nos gusta tanto, no nos cansamos, podríamos estar todo un día jugando sin levantarnos de la mesa". Eso es lo que hicieron en Laudio, en el restaurante Karrika, donde empezaron las partidas a las cinco de la tarde y terminaron a las dos de la madrugada del domingo. Allí, en el Txapeldun de Txapeldunes, recibieron la felicitación de todos los participantes. "Como ya nos conocen, nos tratan muy bien", comenta Ixone. Ahora, "desbordadas" por el eco que está teniendo su proeza, solo piensan en las próximas citas: Donostia y Ourense.
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