Esto supone un cambio total de vida. Responderé a la nueva llamada, que es algo completamente distinto a lo que me dedicaba, aunque es verdad que el ser humano es igual en todas partes". Miguel Olaortua Laspra era hasta ayer desconocido para el público en general fuera de los ámbitos eclesiásticos y de la enseñanza de Zaragoza. La cosa cambió cuando la Santa Sede anunció que este bilbano de 48 años, director del colegio San Agustín de Zaragoza, ha sido nombrado por el Papa Benedicto XVI nuevo obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos, la ciudad más importante de la Amazonía peruana.

Aunque la Nunciatura le había adelantado el nombramiento hace unos días, la noticia oficial le pilló mientras impartía Religión a los alumnos del centro escolar que dirige. Su alegría era patente ayer al otro lado de la línea telefónica. "Es algo inesperado y, a la vez, un reconocimiento a una labor. Para eso estamos, al servicio de Dios y la Iglesia". Aunque el momento es algo agridulce porque tiene que despedirse de una ciudad en la que ha trabajado en los últimos veinte años, está preparado para la marcha, aunque aún desconoce cuándo será su ordenación.

Con su nombramiento sustituye al anterior obispo, Julián García Centeno, agustino como él, que se retira. El Papa ha decidido no romper la tradición de más de un siglo de elegir para Iquitos a un prelado de la Orden de San Agustín. El Vicariato Apostólico de Iquitos -no es aún diócesis al carecer del suficiente clero nativo- tiene una población que ronda el millón de habitantes, de los cuales el 90% son católicos.

Del "centro, centro" de Bilbao -nació en 1962 en la clínica San Francisco Javier-, estudió en el colegio Urdaneta de Loiu y, antes, en el Colegio Francés de Bilbao; de ahí el Michel con el que es conocido por su entorno. De familia numerosa, tiene cinco hermanos y once sobrinos que viven en Euskadi y suele visitar su hogar natal con asiduidad y también Gernika, a la que se siente muy unido por ser su padre natural de la villa foral.

Tras estudiar Teología y Filosofía en Valladolid y la Universidad de Deusto, se ordenó sacerdote en 1987 en la parroquia de San José de Bilbao. La orden de San Agustín le destinó a Roma para que cursara Ciencias de la Educación en la Universidad Pontificia Gregoriana.

De vuelta, le enviaron a Zaragoza, donde ya lleva veinte años dedicado a la parroquia y al colegio de San Agustín. En la actualidad es prior de la comunidad de los agustinos de Zaragoza y director del centro educativo. "Toda mi vida me he dedicado a grupos juveniles, a la pastoral, y a grupos de confirmación y de primera comunión".

Unos pocos años mayor que el obispo de Bilbao, Mario Iceta, al que conoce y cuyas familias son amigas, Olaortua conoce el que va a ser su vicariato gracias a la visita que realizó con voluntarios el verano de hace dos años. El contraste de su ambiente habitual con Iquitos y su entorno, una zona muy pobre del pobre Perú, en donde la abundante población indígena se encuentra sojuzgada, es como ir del cierzo aragonés al bochorno tropical. Es conocedor de las dificultades que deberá afrontar debido a las constantes informaciones que les llegan desde los agustinos de esas tierras. "Aunque las sociedades y las culturas sean distintas, lo profundo del ser es lo mismo. Los contrastes son muchos más manifiestos que aquí, con personas muy pobres, pero se trata de una sociedad muy acogedora, trasparente y sencilla".

la amatxu, la virgen del pilar... "La presencia de la Iglesia allí -sostiene- tiene que servir para promocionar la dignidad de la persona y luchar por los derechos humanos y por crear el reino de Dios, que es una sociedad más justa".

A la hora de los afectos, confiesa tener "varias vírgenes, sabiendo que es la misma siempre. Le rezo a la Virgen del Pilar, a la Amatxu de Begoña, a la Virgen de Covadonga porque la familia materna es de Asturias y a la Virgen del Buen Consejo, que es la titular de nuestra orden. Les rezo una vez a cada una para que no se enfaden", dice entre risas. Y promete que tendrá en el "corazón" a Bilbao y Zaragoza, esta última "porque son veinte años de servicio" y la capital vizcaina por ser su ciudad.