Markel Olano reiteró ayer miércoles el “firme compromiso y determinación” del PNV “en la defensa del Estado del bienestar y en el fortalecimiento de la identidad vasca” en el tradicional mitin organizado en Mutriku con motivo de la festividad de San Inazio. “Frente a los populismos extremos de derecha e izquierda que tienen al Estado del bienestar europeo como enemigo común”, el parlamentario jeltzale destacó la importancia de preservar y promover “la democracia, la justicia social, la competitividad económica y la identidad nacional” de Euskadi, para lo que reivindicó el proyecto del PNV, cuyos “sólidos cimientos” gozan de “plena actualidad”.
“Como pueblo, debemos tener esperanza; saber que, con las ideas claras y trabajando duro todos los días, alcanzaremos nuestra meta, una Euskadi libre y justa”, indicó el dirigente guipuzcoano, quien recordó con esas palabras al lehendakari Leizaola. Para ello, además, abogó por la colaboración, así como por promover “alianzas entre las instituciones y la sociedad organizada”. Olano consideró imprescindible “amar a nuestro país, avanzar en la revitalización de nuestra lengua, reforzar nuestro carácter nacional” para afrontar con garantías los desafíos del siglo XXI. “Queremos a nuestro país tal y como es, no queremos un pasado idealizado. Podemos decir con orgullo que, en las últimas décadas, hemos puesto las bases del bienestar y del autogobierno de este país. Partiendo de esas bases sólidas, tenemos que mirar hacia adelante. El PNV es la fuerza motriz para que este pueblo avance en el futuro, porque somos un partido de progreso”, precisó, añadiendo que la transmisión del abertzalismo a las generaciones más jóvenes debe estar “entre las principales prioridades”.
Olano colocó a los populismos de extrema izquierda y derecha en la dirección contraria a una Euskadi que quiere avanzar “en democracia, en bienestar y en su carácter nacional”. Según censuró estos movimientos se nutren de la “ruptura de la confianza” de la sociedad hacia las instituciones democráticas. “Cuando surgen crisis económicas y sociales, una parte de la sociedad, que se muestra inquieta, no confía en que las instituciones democráticas tengan capacidad para afrontarlas y conceden más credibilidad a las alternativas autoritarias y populistas”, reflexionó el jeltzale.