El Tribunal Supremo se ha reafirmado en su rechazo a la querella de Vox contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la actuación policial desplegada frente a las concentraciones realizadas el pasado noviembre en las proximidades de la sede socialista de Ferraz por la ley de amnistía.

La Sala de lo Penal, en un auto del que ha sido ponente la magistrada Carmen Lamela, rechaza los recursos de súplica de Vox y del Sindicato para la Defensa de la Solidaridad con los Trabajadores de España contra la decisión de la misma Sala de inadmitir la querella.

El tribunal recalca que no existe ningún elemento que "avale racionalmente" la "verosimilitud" de los hechos contenidos en la querella de Vox, que afirma "sin ningún apoyo objetivo" que Marlaska dio órdenes para que las fuerzas de seguridad actuaran de forma agresiva contra los manifestantes.

El Supremo insiste: "No se justifica la apertura de un proceso penal para la investigación de unos hechos que, ya desde el primer momento, no se presentan como verosímiles en tanto que carecen de cualquier apoyo probatorio, aportado u ofrecido en la querella, que pueda ser considerado accesible y racional".

Ni en la querella ni en las alegaciones posteriores se incluyen datos que permitan afirmar, ni siquiera de forma indiciaria, que el ministro "dictara ninguna resolución que determinara que la actuación policial, en los términos que se denuncian, obedeciera a una orden con motivación política".

Las querellas se dirigían también contra el delegado del Gobierno en Madrid y, en el caso del sindicato, contra agentes policiales, si bien el Supremo se declaró no competente por no ser aforados.