La militancia de Podemos en Galicia, comunidad que se enfrenta a unas elecciones autonómicas el próximo 18 de febrero, echó un jarro de agua fría a la pretendida alianza de fuerzas a la izquierda del PSOE de cara a esa próxima cita con las urnas. El 62,6% de sus votantes, 1.567 personas de entre las más de 2.500 inscritas, dieron un portazo a una entente que, ya sin los morados, uniría a Sumar, Esquerda Unida y Equo en sus aspiraciones de desbancar al principal favorito para los comicios, el presidente de la Xunta y máximo dirigente del PP gallego, Alfonso Rueda.

El no de las bases moradas gallegas –tras una consulta de dos días que se cerró anteayer a medianoche– no deja de ser un aval a las tesis de la dirección estatal de Podemos –llamamiento del exlíder Pablo Iglesias mediante–, que observa con recelo los movimientos que viene ejecutando estos últimos tiempos la dirigente de la plataforma Sumar y vicepresidenta Yolanda Díaz.

Esta llegó a imponer a una candidata de su cuerda –la portavoz en el Congreso Marta Lois– para encabezar la alianza que ahora pierde a una de sus principales piezas. En todo caso, Podemos sí que estará en las elecciones gallegas del 18-F, no en vano, lo hará a través de la candidatura Transformar Galicia –con el 41,6% de los votos–, encabezada por la exconcejal en A Coruña, Isabel Faraldo, y apoyada por la dirección. Esta se ha impuesto a la plancha alternativa denominada Rexurdir, por 1.047 votos contra 871 –un 34,6%– en las primarias.

Así, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, quiso felicitar a Faraldo, a la que calificó como “la mejor candidata”, al tiempo que no quiso dejar pasar la oportunidad de lanzar un mensaje a Sumar. “Una amplia mayoría de inscritas/os ha dicho alto y claro que el proyecto transformador de Podemos tiene que estar presente en las próximas elecciones galegas”, afirmó en la red social X, antes Twitter.

De la misma forma, ensalzó que “la gente Podemos quiere que nuestro proyecto sea respetado. Está orgullosa de lo que somos, de lo que hemos hecho y de lo que podemos hacer en el futuro. Somos la única organización en la que no mandan los/as dirigentes sino la gente. Sí se puede”, escribió. La reacción desde la plataforma tejida por Díaz fue radicalmente opuesta. “Lamentamos la decisión. Nosotros hemos hecho lo que debíamos”, fue la escueta contestación trasladada por fuentes de Sumar.

Lo cierto es que la hipotética alianza entre Sumar y Podemos en Galicia, una cuestión que finalmente no se ha dado, venía antecedida de posturas encontradas entre las dos formaciones. Sonado fue que los morados oficializaran su ruptura con Díaz al abogar por pasarse al Grupo Mixto en el Congreso. De la misma forma, tampoco parecen haber gustado los puestos asignados al partido de Belarra en las elecciones a la Xunta de Galicia. El preacuerdo reservaba el segundo puesto de la circunscripción por A Coruña y el primero por Lugo, así como el tercero de Orense y el cuarto por Pontevedra, mientras que Sumar se quedaba con el primer puesto en Coruña y Pontevedra, con más posibilidades de lograr escaño. Ello, finalmente, ha desembocado en un abrupto choque que, además, venía precedido por unas declaraciones en plenas primarias del exlíder Pablo Iglesias en su medio de comunicación Canal Red, en las que abogaba por rechazar la coalición e incluso llegaba a pedir el voto para el BNG el 18-F.

¿Y ahora, qué?

 Por lo pronto, y a la vista de que no será posible una alianza en la sopa de siglas de la izquierda en Galicia de cara a las elecciones autonómicas, las formaciones ya han arrancado el trabajo previo al periodo electoral. Lo harán, eso sí, cada uno de por su lado: Podemos concurrirá junto a Alianza Verde, mientras que Sumar lo hará junto a Esquerda Unida y Equo. De hecho, ya ponen la cita electoral en su punto de mira. “Nosotros estamos a eso y solo a eso”, inciden desde la formación de la vicepresidenta Díaz, una vez conocido el resultado de las primarias. El siguiente termómetro para analizar la relación entre ambos se traslada además a Euskadi, donde aún se debe desconoce si habrá o no una coalición.