El Pleno del Senado debatirá y votará hoy martes la nueva Ley del Deporte, que, entre otras cosas, permite la participación directa de federaciones deportivas autonómicas en competiciones internacionales de pelota y surf tras el acuerdo alcanzado en el Congreso entre el Gobierno español y el PNV.

Esta nueva norma del deporte viene del Congreso con el respaldo de PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País-Equo y Compromís, y con la abstención de ERC, Bildu y el BNG. De hecho, en el Senado, ERC ha decidido presentar veto, como Vox.

Los independentistas catalanes justifican su veto en que el proyecto de ley “no incorpora en su totalidad los derechos a las personas trans, facilita un marco de abuso económico sobre las federaciones no estatales y refuerza a las estructuras de las federaciones españolas perjudicando a las federaciones de ámbito autonómico que son las que trabajan y refuerzan el deporte de base”.

En cualquier caso, el resto de grupos ha presentado un total de 252 enmiendas parciales a este proyecto de ley, incluido el PSOE, por lo que es posible que se acabe introduciendo algún cambio en su tramitación en la Cámara Alta y se devuelva al Congreso.

La enmienda que fue aprobada en la Comisión del Congreso, a través de un acuerdo entre Gobierno y PNV, reconoce la oficialidad de algunas selecciones vascas. En concreto, el artículo 44 de la Ley del Deporte señala en su nuevo punto 2: “Las federaciones deportivas autonómicas podrán participar directamente en el ámbito internacional si la Federación internacional correspondiente contempla su participación en el caso de modalidades o especialidades deportivas con arraigo histórico y social en su respectiva comunidad autónoma”.

Añade que también será posible “en el caso de que la Federación autonómica hubiera formado parte de una Federación internacional antes de la constitución de la Federación española correspondiente”. “En tales supuestos –prosigue el texto–, la participación de la federación deportiva autonómica en competiciones oficiales internacionales se producirá previo acuerdo con el Consejo Superior de Deportes. Tal acuerdo conllevará el apoyo conjunto a la integración de la federación autonómica en la internacional”.

Vínculo político

Por otro lado, el PNV llevará hoy martes al Pleno del Congreso su reforma de la ley que regula el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para que formalmente sea el presidente del Gobierno y no un ministro quien elija al director de los servicios de espionaje y que así queden vinculados políticamente. También incluyen medidas para reforzar el control judicial de la actividad de los servicios de espionaje.

La iniciativa se registró en mayo al hilo de la polémica por el espionaje tanto a líderes independentistas como a miembros del Gobierno con el programa Pegasus, un asunto que costó el puesto a la hasta entonces directora del CNI Paz Esteban, quien fue sustituida por Esperanza Casteleiro, que venía ejerciendo como secretaria de Estado de Defensa.

El primer cambio de la ley que defenderá el PNV pasa por establecer que la propuesta del nombramiento del director del CNI no salga de un ministro, sino del propio presidente español, lo que conllevaría elevar la responsabilidad política de los servicios de Inteligencia al centro mismo de la Moncloa.

En cuanto al control parlamentario del CNI, que ejerce la Comisión de Gastos Reservados del Congreso, el PNV propone que los diputados puedan ser informados de los medios utilizados por los servicios de espionaje. Hasta ahora, ni siquiera en la comisión de secretos se puede confirmar que el CNI disponga del programa Pegasus.