El president de la Generalitat, Pere Aragonès, confió ayer miércoles en que si se le abre juicio oral a la presidenta del Parlament, Laura Borrás, deje su cargo para preservar el “servicio público” de la Cámara catalana.

“Estoy convencido de que para garantizar el buen servicio de la institución, para la defensa de las instituciones y para el prestigio de las instituciones, en el momento oportuno en el que se tenga que tomar una decisión, cada uno de los que estamos aquí de forma individual y colectiva tomaremos las mejores decisiones que permitan preservar el servicio público que prestamos a los ciudadanos de Cataluña”, afirmó en la sesión de control al Govern en el pleno del Parlament.

Lo dijo en respuesta a la pregunta del presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, sobre qué hará si se le abre juicio a Borrás por las presuntas irregularidades cuando dirigía la Institución de las Letras Catalanas (ILC), a lo que Aragonés replicó que su “capacidad de intervención es la misma” que tiene cualquier otro de los 135 diputados de la Cámara autonómica.

Fernández reclamó responsabilidad para preservar el “prestigio y la dignidad” del Parlament, apuntó que, para él, la mejor manera de hacerlo sería que Borrás dimitiera, y también exigió cumplir el reglamento de la Cámara.

“Esa pelota, señor Aragonés, está en su tejado”, dijo el líder popular porque cree que como dirigente de ERC y president de la Generalitat tiene la oportunidad de hacer un ejercicio de transparencia y ejemplaridad y plantear que se suspenda a Borrás aplicando el artículo 25.4 del reglamento del Parlament, que prevé la suspensión de un diputado si se le abre un juicio oral por delitos vinculados a casos de corrupción.

El jefe del Govern explicó que respeta la división de poderes y que su voto vale igual que el del resto de diputados en el hemiciclo, y reiteró que está convencido de que cuando llegue la apertura de juicio “todo el mundo tomará la decisión que convendrá más a la vocación de servicio público” de la Cámara catalana.

Voto de Lluís Puig

En otro orden de cosas, el pleno del Parlament votó la convalidación de un decreto del Govern en el que la presidenta de la Cámara, Laura Borràs, contabilizó el voto del exconseller y diputado Junts Lluís Puig, que reside en Bélgica, aunque éste no se registró electrónicamente.

La portavoz de Junts en la Cámara catalana, Mónica Sales, ejerció el voto delegado de Puig, pese a que el Tribunal Constitucional (TC) anuló la delegación de voto acordada por la Mesa de la Cámara catalana en marzo del año pasado.

Antes de la votación, Borràs explicó que el voto de Puig “será sumado al cómputo de votación en base al sentido del voto que indique la portavoz de su grupo parlamentario, a quien tiene delegada su votación”, aunque en la pantalla el voto de Puig no apareció.

Ahora está por ver si este voto constará oficialmente en el acta del pleno y, a este respecto, los miembros independentistas de la mesa se han emplazado a estudiar un acuerdo para que el voto de Lluís Puig quede registrado.

Diálogo con el estado

Reunión Bolaños-Vilagrà. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la consellera catalana de Presidencia, Laura Vilagrà, se reunirán mañana en Barcelona para preparar la próxima reunión entre los presidentes del Gobierno español y de la Generalitat, y seguir avanzando en la reanudación de relaciones entre los dos ejecutivos. Así, después del encuentro del pasado junio en Moncloa, los titulares de Presidencia de ambos gabinetes se volverán a reunir, esta vez en el Palau de la Generalitat.