Nueva tormenta en Moncloa y no precisamente de verano. La tensión en las relaciones entre los socios del Gobierno de coalición se recrudece después de que Unidas Podemos reprobara ayer martes la aprobación del gasto extra en Defensa, lo que llevó a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a demandar la convocatoria de la comisión de seguimiento del pacto y a censurar las “formas” del PSOE por no consensuar la medida. El presidente del grupo parlamentario morado en el Congreso, Jaume Asens, reconoció que la propuesta pasó por la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios, que aborda las materias que llegan al Consejo de Ministros, y en la que ellos están presentes, pero cargó contra el partido que lidera Pedro Sánchez porque eludió el debate con los ministros de su espacio, así como con las fuerzas del bloque de la investidura, optando por “aprobar por la puerta de atrás” ese incremento de partidas, algo que considera una “deslealtad”. 

La enésima quiebra de la confianza viene motivada por el aumento en el gasto militar, un crédito extraordinario de 1.000 millones para Defensa por la vía del fondo de contingencia, sin la validación de la Cámara baja, y que Podemos califica como “decreto para la guerra” y un “bizum” para la industria armamentística, en tanto que le suscita “preocupación”, en plena inflación, que las cuentas de este ministerio alcancen hasta 22.000 millones de euros. En comparación, Trabajo dispone de un presupuesto de 30.000 millones y asume el despliegue de prestaciones por desempleo y políticas activas la inserción laboral. Pero la bancada socialista no se da por aludida y enmarca en la “normalidad” la cita exigida por la número dos del gabinete porque “forma parte del acuerdo de coalición”.

Díaz, que emplazó a abrir un debate “sereno” sobre la pretensión del PSOE de situar el gasto militar al 2% del PIB, ya exigió esta cumbre en octubre del año pasado cuando el socio minoritario apreció “intentos de injerencia” de la vicepresidenta, Nadia Calviño, en las competencias de su homóloga y ministra de Trabajo de cara al impulso de la nueva reforma laboral. Desde Moncloa persisten en la necesidad de avanzar en el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la OTAN y recalcan que Unidas Podemos conocía la medida y no se opuso a ella, además de asegurar que deben cumplir con su responsabilidad y solidaridad para fortalecer la seguridad y la capacidad de disuasión europeas frente a la amenaza que supone la Rusia de Vladimir Putin. 

Moncloa niega la mayor

La parte socialista del Ejecutivo constata que todos los departamentos ministeriales fueron informados, de manera que la propuesta fue estudiada y validada sin que se produjera ninguna intervención en contra. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, dio a entender que el crédito, que exactamente es de 999,7 millones, no se discutió en el Consejo de Ministros porque ya estaba trabajado. Al ser interpelada sobre si cree que Podemos no se enteró, fue tajante: “No, no. He hecho un análisis objetivo de todos los asuntos que van a Consejo de Ministros”. Algo que Díaz contradice. La vicepresidenta segunda, embarcada en el proceso de escucha de su plataforma, Sumar, que arrancará este viernes, sentenció que las “formas” en política son importantes, sobre todo cuando afecta a un aspecto tan sensible como Defensa, demandando a Sánchez que las decisiones se tomen de forma “adecuada”, con respeto a los aliados y a las propias Cortes, dado que la oposición también tiene derecho a conocer esos planes. Yendo al fondo del asunto, Díaz destacó que su posición es “clarísima” y “conocida”, cuando en marzo ya evidenció que no estaba a favor y explicitó su apuesta por priorizar la inversión en sanidad, educación e investigación. Y zanjó: “No hago otra cosa que coser esta coalición. Hay que cuidarla para que pueda seguir transformando nuestro país, por lo que merece la pena que hagamos un alto en el camino y debatamos”.

Por su parte, Asens matizó que no ve peligrar la coalición. “Nos sentimos cómodos en el Gobierno, pero incómodos con esta decisión”, dijo, evitando hablar sobre cómo afectarán estas diferencias a la negociación presupuestaria, donde Podemos pone su acento en las partidas sociales, luchar contra la inflación y asegurar el poder adquisitivo de la ciudadanía. “España no necesita bombas ni cazas de combate, la guerra que nos debe preocupar es contra la inflación. Lo ocurrido es una deslealtad al Gobierno de coalición, al Congreso y a la mayoría de la ciudadanía”, lanzó Asens.

Las últimas divergencias

Sánchez defendió este incremento con el argumento de que la seguridad no está garantizada, la situación es dramática y existe riesgo real de que si Putin triunfa, continuará su expansionismo por otros países europeos. Por ello, apeló a Unidas Podemos a que reflexione, cambie su postura y termine apoyando esta decisión. La distancia entre socialistas y morados se ha materializado este último mes en tres votaciones en el Congreso: las del proyecto de la Ley Audiovisual que el Ejecutivo remitió a las Cortes; en la proposición de Ley Orgánica que impulsó el PSOE para prohibir el proxenetismo; y en la votación por puntos de la moción consecuencia de interpelación urgente del PP sobre política exterior y seguridad. En primer término, fue llamativo el momento en el que los diputados del partido mayoritario votaron a favor y los escaños morados optaron por la abstención a la Ley Audiovisual, por cuanto se trata de una norma que aprobó el Consejo de Ministros y fue la primera vez que la diferencia de voto se produjo en una ley del Gobierno. Moncloa remarca que pese a las divergencias siempre han salido adelantes “todas” las medidas que han llevado al Congreso y que, a pesar del “ruido” la coalición sigue adelante. Pero una vez se profundice en el ciclo electoral, ambas fuerzas querrán marcan su impronta.

Según el protocolo, la comisión de seguimiento “se reunirá con la periodicidad que acuerden sus miembros, teniendo en cuenta su carácter dinámico, ágil y operativo”. La forman dos representantes de la Presidencia y dos más de las Vicepresidencias primera y segunda, respectivamente. También hay uno de la Secretaría de Estado de Comunicación, otro del área de comunicación de la Vicepresidencia segunda y un representante de PSOE y otro de Unidas Podemos.