ZARAGOZA. La colocación de manto con los emblemas de la Falange, han señalado desde el Cabildo en un comunicado, "fue el acto rutinario de quien cada día pone los mantos", y han querido dejar claro que no existía conocimiento ni autorización por parte del Cabildo Metropolitano ni del Arzobispo de Zaragoza, por tanto, "este hecho carece absolutamente de intencionalidad política".
"Nos duele sobre todo el hecho de que un signo tan universal y de concordia y reconciliación como es la Virgen del Pilar haya sido motivo para avivar viejos rencores", añade el comunicado. Tanto el Cabildo como el Arzobispado de Zaragoza han incidido en que este asunto "quede al margen de cualquier tipo de instrumentalización ideológica y política de nuestra Patrona, tan extremadamente ajeno a las intenciones de quienes desarrollan la labor patronal en el Pilar".