bilbao - El preso Alfredo Remírez Marañón, tuitero que fue condenado por la Audiencia Nacional por enaltecer a ETA a través de las redes sociales, quedó ayer en libertad tras cumplir un año de prisión, según informó la asociación de presos de ETA, Etxerat.
Remírez, natural de Amurrio, pertenece al Colectivo de Presos de ETA, EPPK, desde que ingresara en la prisión de Basauri el 4 de noviembre de 2017. Posteriormente fue trasladado al centro penitenciario de Daroca y después acercado a Zaballa, donde ha cumplido los últimos meses de condena. En las últimas semanas antes de concluir su condena de un año de cárcel ha podido pisar la calle con permisos puntuales que le han otorgado desde la dirección del centro penitenciario alavés.
El tuitero fue juzgado y condenado por enaltecimiento del terrorismo por dar la bienvenida en Twitter a miembros de ETA a su salida de prisión tras cumplir condena. Su abogado aceptó la pena de un año y medio de prisión e inhabilitación de catorce años y seis meses, con el fin de que el acusado eludiera la entrada en prisión. No obstante, finalmente fue encarcelado por reincidencia, al tener otra sentencia condenatoria del Tribunal Supremo del año 2009 también por exaltación a ETA, al haber portado un muñeco de cartón con la cara del condenado por colaboración con la banda Santos Berganza en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Amurrio durante el chupinazo de 2005.
A su salida de la cárcel, Remírez denunció ayer que ha sido víctima de la política de dispersión y recordó que su familia sufrió en febrero pasado un accidente de tráfico en el viaje de vuelta tras la visita a la prisión de Daroca, aunque no hubo heridos. Tras abandonar la prisión, Remírez recibió un homenaje de bienvenida en Amurrio hacia el mediodía. La celebración consistió en una comida popular y, para la tarde, estaban programados una kalejira y un concierto musical.
acercamiento A mediados del pasado agosto, Instituciones Penitenciarias decidió acercarlo desde la prisión aragonesa de Daroca, a 400 kilómetros de distancia, en la que estaba recluido a la cárcel de Zaballa. Junto con los siete presos del caso Altsasu, el de Remirez es uno de los pocos presos que han sido acercados a prisiones de Euskadi. Además de ellos, el Gobierno de Pedro Sánchez ha acercado a tres presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco (Kepa Arronategi a la cárcel de Zuera, en Zaragoza; Marta Igarriz a la de Logroño; y Jesús María Gómez Ezquerro González a la de Villabona, en Asturias), mientras que otros dos ya desvinculados de la banda y del colectivo de presos (Xabier Moreno y Olga Sanz) han sido trasladados del centro penitenciario de Asturias al de Basauri. Ambos están en tercer grado y por ello pueden pedir el traslado a la prisión que elijan.
A ellos se suma desde ayer el acercamiento del preso etarra Jagoba Codo. El Ministerio del Interior ya había anunciado su traslado pero no se había consumado hasta la fecha. Así, el recluso donostiarra, que renunció a ETA en 2017, seguirá cumpliendo condena en la cárcel de Logroño, a 190 kilómetros de casa, y no en Castelló II, a 550, donde purgaba hasta ahora. Codo lleva 17 años encarcelado y ya ha cumplido las tres cuartas partes de su condena. Además, está aquejado de una grave enfermedad. - DEIA