bilbao - Lander Martínez, gasteiztarra de nacimiento, pero residente en Bilbao, desgrana la postura de Podemos Euskadi ante los presupuestos de la CAV para 2019 y cómo debe ser la relación con otras formaciones de izquierda.
Todo hace indicar que Elkarrekin Podemos no va a apoyar al Gobierno Vasco para sacar adelante los presupuestos. El PNV les acusó de exigir cosas que su formación no ha hecho con Pedro Sánchez para apoyar las cuentas en el Estado. Por partes, y por centrarse en La Naval, ¿se puede hacer algo desde el Ejecutivo de Gasteiz?
-No es que el Gobierno Vasco no pueda hacer cosas, es que no le interesa hacerlas. La cuestión de La Naval no es de hace dos semanas, es de hace mucho antes. Nosotros dijimos que se podía inyectar capital público y el Gobierno Vasco siempre lo ha negado. Ahora dice que sí, que sí se puede a través de un inversor privado. Lo más importante es la voluntad que tengan de rescatar La Naval. Si la competencia sobre industria la tenemos nosotros, entonces, ¿por qué el Gobierno Vasco no quiere implicarse? Esa es la cuestión. Además, hay que dejar claro que La Naval no tiene problemas económicos, sino de gestión.
¿Por qué no quiere implicarse el Gobierno Vasco?
-Lo tendrán que explicar ellos, pero creo que en el fondo subyace el interés del modelo productivo y económico que quiere el Gobierno Vasco. Se puede priorizar la industria y las empresas estratégicas, pero probablemente tengan el ojo puesto en otro modelo. Bilbao es muy representativo. Se explota un modelo económico de servicios, de turismo, pero también más precario, de trabajo temporal. Y, encima, el Ejecutivo no tiene un modelo industrial para los próximos años.
Erkoreka señaló también que Podemos en Madrid apoya las cuentas de Sánchez donde el TAV es un proyecto estratégico y en Euskadi están en contra. ¿Por qué?
-Nuestra postura con respecto al TAV es de sostenibilidad. Asumimos que el TAV está ya construido en un porcentaje alto. No nos gusta esa infraestructura y nunca la hemos visto necesaria. Lo importante es qué priorizamos, ¿el hormigón o una agenda social? Y eso, sí se puede elegir. Puedes invertir en servicios médicos y colegios o en seguir construyendo el TAV al ritmo al que se estaba construyendo antes. Eso es una decisión política y eso es lo que cuestionábamos.
¿Considera entonces que son unos presupuestos alejados de las necesidades sociales?
-Partimos del hecho de que en años anteriores se han acordado con el PP. Los presupuestos de este año son similares a los de los ejercicios anteriores y no se puede pensar que Elkarrekin Podemos se sume a unas cuentas en los mismos términos en los que se sumó el PP. Por eso, planteamos quince medidas que a nuestro juicio suponen un giro suficiente para que nosotros podamos facilitar la aprobación de estos presupuestos. Además, hay que dejar claro que, por ahora, hemos sido los únicos en presentar medidas concretas.
¿Hay dinero para afrontar las medidas que proponen, entre ellas un plan de empleo dotado con 150 millones de euros que se centre en las comarcas más castigadas?
-Por supuesto que hay dinero. Si algo ha vendido el Gobierno Vasco a día de hoy es recuperación y recaudación. Acaban de anunciar que la recaudación va a aumentar para este año. Además, si reducimos los altos cargos en un 15%, ya tenemos un dinero que se puede invertir. Y luego está cómo luchamos contra una lacra que nos acompaña en este país desde hace mucho tiempo, que es el fraude fiscal. Se pierden miles de millones de euros en el fraude fiscal. Dos mil millones al año en Euskadi en el fraude fiscal.
¿Contra eso no se puede luchar?
-Contra eso se puede y se debe luchar. Pasamos mucho tiempo persiguiendo pequeños fraudes, los del autónomo, pero no nos centramos en el gran fraude, en aquellos que se llevan millones y millones fuera de Euskadi.
Ustedes apoyan en Madrid unos presupuestos del PSOE que consideran progresistas y de izquierdas, y en Euskadi el PSE apoya unas cuentas que ustedes consideran que no están a la altura de las necesidades sociales. ¿Quién falla? ¿El PSE no está al mismo nivel de izquierda que el PSOE?
-Es algo que nos genera incertidumbre. Hay una cosa clara: a día de hoy el PSE está a la derecha de Pedro Sánchez. El cambio que se ha dado en el Partido Socialista en el Estado no ha llegado a Euskadi. Tenemos un PSE que está más empeñado en sobrevivir como estructura en el Gobierno bajo el ala del PNV, sin influir absolutamente en nada en las políticas del PNV, que en plantear políticas progresistas.
Aun con todo, ¿se puede dar como definitivo su no a los presupuestos?
-Nuestra postura no está cerrada porque, para eso, no hubiéramos presentado estas quince propuestas y hubiéramos dicho que no.
En el Pleno de Política General mantuvo un discurso muy crítico con el lehendakari y definió a su partido como el "representante de la izquierda vasca", algo que ha repetido desde entonces en varias ocasiones. ¿El mensaje iba dirigido al PSE y a EH Bildu?
-Entendemos que hay una serie de cuestiones que la izquierda vasca tiene que sacar adelante planteando cuestiones a la política del PNV. La izquierda no debe ser muleta del PNV, el PSE está en el Gobierno con él y Bildu le ofrece pactos y ofertas permanentemente. Por eso hay una serie de demandas mayoritarias, sociales y de izquierdas con las que a día de hoy Elkarrekin Podemos carga solo.
Habla de las ofertas continuas de EH Bildu. ¿Qué le parece que ofreciera dos abstenciones para sacar adelante los presupuestos?
-Me parece, de entrada, una propuesta poco seria. A la ciudadanía vasca no le gustan estos juegos. No se puede ofrecer entrar en el Gobierno si se va el socio, luego ofrecer un pacto de país y por último ofrecer dos abstenciones a cambio de no se sabe qué. Si uno quiere influir en los presupuestos, tiene que presentar una propuesta seria como lo hemos nosotros. EH Bildu puede tener un problema de credibilidad.
Cuando se conformó el Parlamento Vasco, muchos creyeron en la posibilidad de un eje de izquierda, Podemos-EH Bildu-PSE, algo lejos a tenor de sus opiniones.
- Siempre trabajaré por que haya un bloque de izquierdas mayoritario en el Parlamento Vasco y en Euskadi, lo que pasa es que, para eso, el resto de fuerzas que se consideran de izquierda deben tener sus prioridades claras y, a día de hoy, las prioridades de PSE y Bildu no están centradas en las demandas que sirven para mejorar las necesidades de la gente. El PSE es irrelevante a día de hoy, no influye en la política vasca ni en el Parlamento pese a estar en el Gobierno, y EH Bildu ha decidido aliarse con el PNV, que, al final, y con respecto a nosotros, es una fuerza opuesta. Nuestro objetivo no es autorreferenciarnos, sino transformar la sociedad y para eso hace falta mayorías. Yo preferiría que aquellos que se autodenominan izquierda en el Parlamento Vasco tuvieran sus prioridades centradas en forzar al PNV a cambiar sus políticas de gobierno, pero hoy no se puede hacer.
Donde hay ya acuerdo PNV-EH Bildu es en el nuevo estatus. Hay quien dice que podrían entrar ustedes porque apoyan el derecho a decidir.
-Son dos cuestiones diferentes. ¿Estamos a favor del derecho a decidir? Sí. No solo estamos a favor, sino que propugnamos una ley que permita plantear referéndums pactados para consultar sobre la situación territorial de Euskadi, Catalunya o del lugar que fuera necesario. Luego está la propuesta del nuevo estatus, que es mucho más amplia que el derecho a decidir. Habla de cómo queremos configurar el país. Nosotros entendemos que Euskadi es un país plural en el que coexisten múltiples identidades que tienen que convivir de manera cómoda. Nos hemos centrado en la cuestión territorial, pero hay muchos aspectos en los que no nos hemos puesto de acuerdo. No nos hemos puesto de acuerdo en Hacienda; en qué hacer con las diputaciones forales, si tienen más o menos competencias; no nos hemos puesto de acuerdo en la Ley de Territorios Históricos; no nos hemos puesto de acuerdo en la diferenciación de nacionalidad y ciudadanía. Lo que quiero decir es que las diferencias no son sobre el derecho a decidir, sino en cómo queremos que sea el Estatuto.
¿Y fijándose en Catalunya tanto para bien como para mal?
-Todos hemos aprendido cosas de Catalunya, pero creo sinceramente que desde Euskadi la ciudadanía siente un poco de lejanía por cómo se han hecho las cosas allí. Todos entendemos que hay gente que no debe estar en la cárcel y que la solución no es policial, pero creo que debemos crear un camino propio para Euskadi.
Esta semana Brian Currin ha regresado a Euskadi para presentar un balance de su labor. ¿Cómo la valora usted?
-Más allá de valorar el trabajo del GIC, que ya lo agradecimos en su día, lo importante es mirar hacia atrás y ver cómo, de siete años aquí, ETA ya no existe y estamos inmersos en construir la convivencia del futuro.
¿En esa construcción de futuro está el relato?
-Hemos sido críticos con la batalla por el relato que estábamos viviendo. Hay una serie de mínimos éticos sobre los que todo el mundo debe reflexionar. Hay que hacer un ejercicio de memoria, de paz y reparación para todas las víctimas de motivación política, pero sin equiparar porque no hay que olvidar que la mayor violencia que hemos sufrido ha sido la de ETA.
¿Qué se debe hacer en relación a la política penitenciaria?
-Mientras haya un preso que esté alejado de su casa, significa que debe ser cambiada. Las personas privadas de libertad requieren de un trato humanitario y estar cerca de sus lugares de arraigo porque está claro que las familias no merecen un castigo por lo que han hecho sus familiares. ¿Me gustaría que los presos mostrasen un reconocimiento de que el daño causado fue injusto? Me gustaría. Sería muy beneficioso este reconocimiento, pero es algo que no debe condicionar el acercamiento.
El próximo año tendrán lugar las elecciones municipales y forales. ¿Están trabajando ya en las listas? ¿Podemos va a presentar candidaturas en todos los municipios de la CAV?
-No vamos a presentar listas en todos los pueblos. El razonamiento es muy sencillo: no nos gusta hacer paracaidismo y, en aquellos sitios donde no tengamos equipo para presentarnos, no vamos a estar moviendo gente de un sitio a otro. Pero sí que nos vamos a presentar en muchos y, por población, queremos cubrir el 85% de Euskadi. Ya estamos en ello. De hecho, nuestras primarias empiezan ya y estamos trabajando en el programa.Se puede decir que la maquinaria está a tope. Son unas elecciones clave que deben confirmar el arraigo de Podemos en Euskadi. Estar en cada pueblo es lo más importante, la gente te ve, te conoce y te cuenta sus problemas.
¿Yno ve como un pequeño fracaso no presentar candidaturas en todos los pueblos?
-Es que hoy en día es muy difícil.Ningún partido vasco puede presentar listas en los 250 municipios. Además, en muchos gobiernan candidaturas independientes y ahí no entramos.Llevamos cuatro años. Hay otros partidos que llevan 20, 30 o 100 años, pero, repito, nosotros solo llevamos cuatro años. Tenemos claro que hay gente con ganas de votar a Podemos en muchos pueblos.Yo aspiro a expandirme.