Las elecciones vascas, entre el 25 de septiembre y el 20 de noviembre
"Estoy a la espera de ver lo qué ocurre en el Estado español, que me da qué pensar. Veremos si la gobernabilidad de España está garantizada de alguna manera o no, y cómo condiciona eso el contexto político, pero nada más, sigo pensando", ha aseverado hoy mismo Iñigo Urkullu.
bilbao - Cuando parecía todo decidido, la inestabilidad española ha vuelto a entrecruzarse en el calendario vasco y podría afectar a la fecha para celebrar las elecciones autonómicas. El planteamiento inicial del lehendakari pasaba por poner las urnas a finales de octubre, que es cuando corresponde teniendo en cuenta que para entonces se habrán cumplido cuatro años exactos desde las últimas elecciones del 21 de octubre de 2012. Su pacto con los socialistas le permite gobernar sin mayores sobresaltos y está en condiciones de agotar la legislatura. No obstante, las dificultades de los partidos españoles para acordar un candidato a la investidura y la perturbación que podría suponer la convocatoria de unas terceras elecciones generales han llevado al lehendakari a abrir una nueva reflexión para evitar un contagio de esa situación a los comicios vascos. Las fuentes consultadas por DEIA apuntan, en concreto, a una horquilla de posibles fechas que comprende desde el 25 de septiembre al 20 de noviembre. Es decir, las elecciones pueden adelantarse o bien retrasarse.
Lo llamativo del asunto radica en que la primera fecha obligaría a tomar una decisión de carácter inmediato, la próxima semana en un Consejo de Gobierno extraordinario. La razón estriba en que las elecciones deben convocarse con 54 días de antelación. A simple vista, parece una opción sorprendente y no muy probable, entre otras cuestiones porque la situación en el Estado no se va a despejar en una semana y Urkullu podría no tener suficientes elementos de juicio para tomar su decisión. Sin embargo, podría ser que el lehendakari solo esté pendiente de que se confirme hoy mismo el fracaso de la primera ronda del rey para la investidura, que no proponga candidato y abra paso a varias semanas de bloqueo, en cuyo caso Urkullu podría optar por cortar por lo sano y convocar comicios cuanto antes. Además, le permitiría estirar al máximo la distancia con unos eventuales terceros comicios españoles, que podrían celebrarse como pronto a finales de noviembre o, más bien, en diciembre.
Asimismo, esta misma semana quedará cerrada la actividad parlamentaria con la aprobación de las leyes de abusos policiales y turismo en unas votaciones que tendrán lugar hoy y, una vez cumplido el objetivo, el lehendakari podría dar carpetazo a la legislatura. Cabe recordar que, aunque las elecciones fueran en octubre, la de hoy iba a ser de todas formas la última sesión del Parlamento, puesto que ahora entrará en periodo vacacional y en septiembre no podrá volver a abrir porque deberá quedar disuelto dos meses antes de las elecciones. Por lo tanto, en medio quedaría un periodo vacacional de vacío e improductividad, y el lehendakari podría haber llegado a la conclusión de que es mejor zanjar ya la legislatura.
ALARGAR EL MANDATO
Si el Gobierno vasco puede celebrar las elecciones como muy pronto el 25 de septiembre, en sentido inverso puede alargar la legislatura como máximo hasta el 20 de noviembre con la ley en la mano. Ese supuesto tendría lógica en el caso de que no hubiera elecciones generales, ya que las vascas se celebrarían en un clima de certidumbre, con un gobierno ya instalado en Madrid, y el vodevil de las negociaciones habría quedado muy atrás y casi en el olvido. Sin embargo, la fecha resultaría arriesgada si hubiera repetición electoral en España, porque las dos fechas podrían quedar muy a la par, algo de lo que huye el PNV. En cualquier caso, en un primer momento Rajoy calculó que esa repetición electoral podría tener lugar el 27 de noviembre, pero esa fecha implicaría que la primera votación de investidura tuviera lugar a principios de agosto, algo a todas luces improbable. Parece más realista pensar en diciembre para unas generales.
Fue el portavoz de Lakua, Josu Erkoreka, quien levantó ayer la liebre en la rueda de prensa celebrada tras el Consejo de Gobierno, donde reveló que el lehendakari “está sumido en una reflexión” sobre la posibilidad de adelantar o retrasar las elecciones. “El lehendakari dijo que las elecciones serían en otoño en un contexto de marco político normal. Ahora se pone de manifiesto que las circunstancias no son todo lo normales que deberían para un marco de gobernabilidad estable en el Estado”, dijo.
Más en Política
-
Cerdán acude al Congreso para pedir los 19.000 euros de indemnización que le corresponden
-
Con una pierna sobre el escaño de Ábalos: la polémica imagen de una diputada de ERC en el Congreso
-
Feijóo denuncia que el 'caso Koldo' es la "causa de corrupción más grave" en la democracia
-
La UCO entra en Ferraz por orden del juez para clonar el correo de Santos Cerdán