donostia - Con casi cien mil votos, Podemos obtuvo el domingo en Gipuzkoa una victoria tan formidable como inesperada pese a los buenos augurios de las encuestas y a la magnífica respuesta que obtuvo la formación de Pablo Iglesias en las pasadas elecciones a Juntas Generales. De ahí a ganar en el territorio más abertzale, superando a dos marcas tan consolidadas y fuertes como PNV y EH Bildu, logrando el primer puesto en lugares como Donostia, Irun, Errenteria o Arrasate y con candidatos desconocidos hasta ayer, demuestra que Podemos ha calado en Gipuzkoa como el receptor de un voto que, aparentemente y sin análisis profundos, ha emigrado en parte desde las posiciones de EH Bildu y PSE, ha aflorado desde la abstención, o se ha estrenado como nuevo votante.
EH Bildu y el PSE han sido los principales derrotados -sin olvidar al PP- el pasado domingo en Gipuzkoa. La coalición independentista perdió casi 50.000 votos respecto a hace cuatro años, mientras que los socialistas se han dejado por el camino 27.000 papeletas, más de un tercio. Buena parte de estos sufragios han emigrado a Podemos, que ha pasado de los 43.000 votos que obtuvo en las pasadas elecciones a Juntas Generales a los 98.000 del domingo, 55.000 votos más. La caída de EH Bildu no ha encontrado excepciones. Ha perdido votos en todos los pueblos de Gipuzkoa respecto a la cosecha de Amaiur en 2011. Al PSE le ha ocurrido prácticamente igual.
Pese a que en un primer momento EH Bildu ha aparecido como el principal damnificado de Podemos, una lectura más atenta de los resultados permite concluir que los socialistas tienen mucho de que preocuparse también. No es solo el sorpasso por su izquierda en la suma de Gipuzkoa. El partido de Iglesias se ha impuesto con una inusitada diferencia en todos los feudos del PSE a excepción de Zumarraga. Podemos ha arrebatado a los socialistas sus tres plazas grandes, esas en las que gana siempre sin mirar el tipo de convocatoria: Eibar, Lasarte-Oria e Irun, municipio este último en el que ha barrido.
En total, Podemos ha logrado el primer puesto en 11 municipios, entre ellos la pieza más preciada: la capital. En Donostia, solo el PNV, y de lejos, le ha aguantado el pulso. Podemos ha doblado en votos a EH Bildu, y casi al PSE. De las once localidades en las que ha ganado, a excepción de Urnieta y Astigarraga, todas las demás son municipios en las que históricamente han ganado el PSE o la izquierda abertzale. En este sentido, son muy reseñables sus victorias en Arrasate y Errenteria, que conquista con una enorme distancia.
Pese a todo, EH Bildu sigue siendo la formación que gana en mayor número de pueblos de Gipuzkoa. En total, 54. Pero la mayoría son pueblos pequeños con las excepciones de Hernani, Bergara, Azpeitia y Oñati.
el pnv, fuerte Junto a Podemos, la cara positiva de la jornada la firmó el PNV. Los jeltzales mejoraron en votos (casi 8.000 más) y en escaños, doblando el que obtuvieron hace cuatro años. La plancha que encabezó Joseba Agirretxea ganó en 22 localidades y mejoró las cifras de hace cuatro años en la gran mayoría de los municipios.
Especialmente reseñables son sus victorias, con notable holgura, en Zarautz y Tolosa, que suponen la confirmación de su hegemonía tras arrebatar las alcaldías el pasado 25 de mayo a EH Bildu. Pese a no ganar en Donostia, el resultado es bueno, ya que consolida su recuperación en la capital tras décadas sin dar con la tecla, y supera con mucha comodidad al resto de las fuerzas tradicionales. Además, sigue mandando en feudos tradicionales suyos como Hondarribia, Elgoibar o Azkoitia.
Finalmente, estas elecciones han supuesto la pérdida del escaño del PP tras 22 años logrando representación y confirmando su imparable retroceso en Gipuzkoa, que con un porcentaje que no ha alcanzado ni el 9% corre el peligro de caer en la irrelevancia. Los populares han perdido 18.000 sufragios, algo más que los 14.000 que ha cosechado Ciudadanos, suma que habría dado a Borja Sémper plaza en Madrid.