hoy se celebra en Güeñes un día grande, el Gudari Eguna, una jornada marcada a fuego en la mente de los mayores que formaron parte de los batallones del PNV Avellaneda y Muñatones, que con bajas en sus filas acabaron fusionándose.
Quizás el decano de los vivos es Antonio Izagirre, de 102 años, de La Quadra, quien aún ayer recordaba a su familia las siguientes palabras: “Para mí, el Gudari Eguna de Güeñes está presente, aunque ya no puedo viajar porque me mareo mucho, pero se lo digo a mi familia siempre, que se organiza el domingo anterior al Alderdi Eguna y que hay que ir para que no se olvide lo que vivimos. Quiero enviar un mensaje a los lectores de DEIA para que no dejen de acudir al acto”, comunica Izagirre, un centenario que sigue sin renunciar a sus paseos por la calle.
Su familia confirma que estarán presentes, “como todos los años”. Una de las nietas de aquel soldado del lehendakari Aguirre es Nerea Landazabal Izagirre, presidenta de la junta jeltzale de La Quadra.
Otro gudari vivo de Enkarterri es el karranzano Manolo Sagastibeltza. El próximo domingo día 27 cumplirá 98 envidiables años. Reside en Santurtzi. “Me parece muy bien que se hagan este tipo de homenajes. Es un día importante, un buen día de recuerdo para los que sufrimos la Guerra Civil”, enfatizaba ayer a este periódico, dispuesto a estar presente hoy en Güeñes, “si me llevan”.
Siempre es peligroso afirmar que son los dos últimos gudaris de la zona. A buen seguro hay vivos algunos más de los batallones Avellaneda y Muñatones, de Enkarterri, de los que a los investigadores gustaría tener noticia. Izagirre y Sagastibeltza son dos ejemplos. Como curiosidad, los dos tuvieron a hermanos en estos batallones. Y en ambos casos fueron cuatro hermanos alistados en el Avellaneda.
Los actos del Gudari Eguna, fecha que se celebra, según los impulsores, desde hace décadas, darán comienzo a la una del mediodía con una misa en la iglesia Santa María de Güeñes. En el transcurso de la eucaristía en recuerdo de los gudaris fallecidos de los batallones Avellaneda y Muñatones, en el interior del templo, se bailará un aurresku de honor. A la salida, se hará una foto familiar y, en un breve paseo, se llegará al parque de Arenatza donde estuvieron instalados los barracones de los batallones Avellaneda y Muñatones. Junto al monolito levantado en honor de estos soldados del Eusko Gudarostea, se hará el homenaje a los gudaris con un nuevo aurresku y una ofrenda floral.
Al finalizar este acto, los presentes acudirán a un aperitivo que, como es costumbre, se llevará a cabo en el batzoki. “Si hace bueno, será en la zona ajardinada del ba-tzoki”, informa el lehendakari de la junta municipal de Güeñes, Alberto Uriguen.
El presidente hace una invitación a la ciudadanía de Enkarterri y a todas las personas que quieran acercarse al acto: “Invitamos a que vengan a un acto que se hace desde hace muchos muchos años. Es un homenaje a los gudaris que quedan vivos y un recuerdo a aquellos que lucharon, por todo lo que consiguieron y por el valor del que hicieron gala. Es un reconocimiento necesario”, subraya Uriguen.
Y se lo agradecen, al menos, Izagirre y Sagastibeltza, quienes creen que, cuando no quede ningún gudari, “se debe seguir organizando”, coinciden orgullosos y agradecidos por la celebración.
la historia Según información del Archivo del Nacionalismo Vasco Sabino Arana Fundazioa, al batallón Avellaneda se le asignó el número 38 de los batallones del Ejército de Euskadi. Se formó en Güeñes con personas de la comarca de Enkarterri en el mes de septiembre de 1936. “La mayor parte eran voluntarios al mando del primer comandante Iñaki Castet de Güeñes, pueblo en el que tuvo su primer cuartel general”, explican.
El batallón del PNV, Muñatones, por su parte, según el Archivo del Nacionalismo Vasco, ostentaba el número 57. Se fundó a finales de diciembre del 36 y acabó de formarse a principios de 1937. Sus miembros fueron en su mayoría de Enkarterri, aunque una segunda compañía del mismo, la denominada Askatu Arte, “estaba compuesta principalmente por naturales de Bermeo y las localidades vecinas”, matizan.
El 23 de junio de 1937, los gudaris supervivientes del batallón Muñatones se integraron en el Avellaneda, comandado entonces por Jaime Villanueva San Martín. Hoy, el Gudari Eguna de Güeñes rendirá homenaje a todos ellos, a todas sus familias, a toda la comunidad que hizo resistencia a lo irracional que fue el golpe de Estado de 1936, su Guerra Civil y el franquismo.