AUNQUE aspira a consolidarse como uno de los cuatro grandes partidos del Estado, la implantación de Ciudadanos en Euskadi sigue avanzando con más pausa que prisa. A día de hoy la formación de Albert Rivera cuenta en la Comunidad Autónoma Vasca con 192 afiliados y un total de 400 simpatizantes que pueden participar en la reuniones, pero no pagan cuota. El partido ni siquiera tiene sede y los únicos espacios físicos con los que cuenta son los que les ha proporcionado la representación que consiguió el pasado 24 de mayo: un concejal en Getxo, otro en Laguardia y un juntero en Araba. La formación continúa realizando entrevistas en bares con quienes desean afiliarse y aspira a crecer a medida que se acerquen las generales, aunque su posición en torno al Concierto Económico vasco no juega a su favor.

Teniendo en cuenta que la formación tiene en Cantabria 250 afiliados, dobla esta cifra en Asturias y cuenta en Madrid con hasta 5.000 miembros, resulta claro que en Euskadi se encuentra aún en una posición débil. Apenas son 192 entre 25.000 afiliados en el Estado. Desde la agrupación de Ciudadanos en Euskadi, sin embargo, prefieren ver la botella medio llena. Santiago Sainz Robles es el único cargo público del partido en Bizkaia, donde empezó a militar hace casi un año. Según dice, en este tiempo se han producido “varios booms” que han propiciado que la gente se acerque al partido también en Euskadi. “Estamos convencidos de que según se aproximen las generales se irán sumando nuevos simpatizantes”, explica sentado junto a varios compañeros de militancia en un bar de Bilbao.

dos concejales Aunque algunas encuestas llegaron a vaticinar que Ciudadanos lograría un edil en Bilbao, la formación quedó finalmente en el 3,8% de los sufragios y lejos de la barrera del 5%. En Getxo, la lista encabezada por Sainz Robles logró el 6,03% de los votos, un porcentaje de apoyos que a nivel de los municipios vascos solo fue superado en Laguardia con un 8,42% de los sufragios.

Conscientes del contexto sociopolítico en el que se mueven, observan incluso estos resultados con cierto optimismo. “Hemos conseguido representación y cada día somos más. Si seguimos en esta línea, estoy convencido de que creceremos”, explica Borja González, coordinador de la agrupación del partido en la CAV. Este vecino de Santutxu llegó al partido hace algo menos de un año, cuando vio que “iba a por el Gobierno de España”, y subraya que no ve “ninguna razón para que el partido no sea una opción real en Euskadi”. “Están ahí el tema del Concierto o el cliché territorial, pero creemos que si explicamos bien nuestras ideas podemos llegar a la población”, apostilla.

Preguntado por este periódico, el delegado del partido en Euskadi, Navarra y La Rioja, Nicolás de Miguel, se encarga de definir la postura de su partido en torno al Concierto Económico y el Convenio navarro. “Creemos que deben ser sustituidos, pero de una manera progresiva. No es una urgencia, no hacemos bandera de este tema y hay otras prioridades, pero creemos que se debe caminar hacia una armonía fiscal, tanto a nivel europeo como en España”, indica.

los resultados En las elecciones al Parlamento de Nafarroa de mayo, algunas encuestas otorgaban hasta tres parlamentarios a la formación. A cuatro días de las elecciones, Albert Rivera fue tajante al decir que tanto Nafarroa como el resto de territorios forales “deben unirse al régimen común”. Aunque la posición se trató de matizar desde la Comunidad Foral, esta situación y un embrollo en torno a la lista de la formación en Iruñea, terminaron dejando al partido sin representación. Se trata sin duda de una cuestión que debilita las opciones de la marca tanto en Nafarroa como en la CAV, aunque la posición ya está asumida por los militantes.

En las capitales vascas, Ciudadanos logró sus mejores resultados en Donostia con un 3,78% de los votos y los peores los consiguió en Iruñea con un 3,05%. Estas cifras están muy lejos de las de la mayoría de ciudades españolas, donde el partido se acercó al 20% en algunas capitales. Las elecciones generales, sin embargo, se ven como un escenario mucho más favorable, también desde la agrupación de Ciudadanos en Euskadi.

De hecho, los representantes vascos de la formación se preparan para retomar la peculiar dinámica de reuniones con nuevos afiliados. “No es un filtro, es una forma de que las personas que se acercan al partido puedan tener un conocimiento de cómo funcionamos. Sin embargo, si viéramos que alguien se acerca al partido a engrandecer su proyecto personal, le diríamos que no encaja. Afortunadamente, esta situación no se ha dado aún”, explica Borja González.

Otro de los retos del partido en Euskadi pasará por convencer al electorado de que no son lo marca blanca del PP o una variante de UPyD moldeada en torno a Rivera .”La mayoría no hemos estado nunca en política y solo un pequeño porcentaje ha militado en otros partidos con anterioridad. Yo me acerque a Ciudadanos porque me parece una alternativa centrada, sensata y con ideas claras. No tenemos una estructura elefantiásica y eso nos hace más libres porque no tenemos que responder a esa estructura”, explica Borja González.

Uno de esos casos que el coordinador del partido en Euskadi señala como una excepción, es el de David Pasarin-Gegunde, exconcejal popular en Galdakao. “Nos diferenciamos del PP en materia de política social o en la estructura interna del partido: acabamos de celebrar unas primarias. Existen diferencias claras”, explica. Como el coordinador del partido en Euskadi, considera que el proyecto tiene futuro en Euskadi. “En Catalunya las encuestas le dan unos grandes resultados y no es un escenario tan diferente al vasco”, explica. Esta opción, sin embargo, suma ya nueve años en Catalunya, 2.500 afiliados y una sede en la Gran Via de les Corts Catalanes. “Firmaría que en unos años podamos tener sedes en las capitales y muchos más afiliados. Vamos poco a poco”, concluye Borja González.