Arraiz admite tres recorridos territoriales para la ‘vía vasca’

BILBAO - El nuevo portavoz de EH Bildu tras la marcha de Laura Mintegi, Hasier Arraiz, esbozó ayer la necesidad de que el “proceso constituyente de Euskal Herria esté compuesto, a su vez, de otros tres”. De esta manera, el también presidente de Sortu abrió la puerta a que dicho proceso tenga en la CAV, Nafarroa e Iparralde “diferentes puntos de partida, diferentes etapas, diferentes ritmos, diferentes consultas, diferentes preguntas y un único destino: hacer a la ciudadanía de Euskal Herria única dueña de su futuro político, por vías siempre estrictamente democráticas”.

Este planteamiento, que distanció en su día -junto al rechazo de la lucha armada- a la izquierda abertzale y Aralar, fue llevado ayer por Arraiz del acuerdo estratégico de izquierdas y abertzales que sirvió en 2012 como base para EH Bildu al propio Parlamento Vasco. Una Cámara que calificó no como “el ombligo del mundo, pero no estamos mal situados para ayudar a llevar a nuestro pueblo a otro estadio de paz y convivencia”.

Más allá y tras mencionar el deseo de colectividad territorial propia de Iparralde, Arraiz parafraseó al expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero al señalar que “Nafarroa será solo lo que decidan los navarros”. En el caso de la CAV, y profundizando lo que la coalición no concretó en su vía vasca, censuró que la Ponencia de Autogobierno esté “casi parada. Pasa el tiempo, pero no por eso el mundo está parado”, se refirió a Escocia, Catalunya o Trebiñu. Criticó que las intervenciones de los expertos “son muy interesantes, pero también se pueden hacer fuera del Parlamento. Deberíamos utilizarla para debatir entre los políticos sobre aquello que de verdad hay que debatir”.

En un discurso sobre todo en euskera, con pasajes en español, Arraiz dijo que “lo que está sucediendo a nuestro alrededor es demasiado importante como para no tenerlo en cuenta. Escocia, Catalunya, la crisis de la reforma franquista en el Estado español y las oportunidades de cambio político real que se pueden abrir para nuestro pueblo”. Así, llamó a una “ruptura exquisitamente democrática” con el Estado “que ni en estos 40 años, ni en otros 40 siglos va a tener disposición para reconocer a Euskal Herria como sujeto de decisión”.

“Queremos el derecho a decidir para el bien común. Porque queremos desarrollarnos plenamente como sociedad, con un modelo económico, social, educativo, cultural y lingüístico propio”, señaló un Arraiz que cargó contra el discurso “autocomplaciente” de Urkullu y avisó de que “se está produciendo una ruptura social en este pueblo”.

Amén de censurar los recortes de Lakua, con la vista puesta en la negociación presupuestaria, Arraiz ofertó, “sin ninguna posición maximalista, una oportunidad real de pactar los presupuestos. He ahí la oferta concreta -que basó en otra fiscalidad, en el final de la era de las grandes infraestructuras y el control público de Kutxabank- que hace EH Bildu para que no haya recortes”.

Presos y pasado Tras llamar a terminar “de manera urgente” con la dispersión, dispuso a su coalición para “reactivar” la Ponencia de Paz y Convivencia: “Estamos preparados para acordar el texto que la ponga en marcha”. Como miembro de la izquierda abertzale, dijo no estar “contento con todo lo que hemos hecho. Hicimos muchas cosas que no debimos hacer y no hicimos otras que sí teníamos que hacer. Pero siempre hemos tratado de ser honestos primero con nosotros mismos y, después, con nuestro pueblo”. Más aún, Arraiz profundizó en esta línea: “Hemos luchado y hemos querido que nuestra lucha fuera impulso, respiración para nuestro pueblo. Aun con todos las equivocaciones y los fallos, y porque somos todo eso, por eso estoy hoy aquí”.