UNO de los temas más recurrentes de Twitter es el propio Twitter y sus usuarios. Por eso no es de extrañar que, tras hacerse pública la intención de Juan Carlos I de abdicar y dedicarse a sus cositas, hayan sido muchos los que se han preguntado por el papel de la cuenta en esta red social de la Casa Real española. La presencia, la comunicación y el uso, han sido tan desastrosos como de costumbre. Sin embargo, la conversación que generó y, sobre todo, el número de seguidores que deja el actual jefe de Estado para el siguiente, unos 100.000, no son poca cosa. Más allá de esta cuestión, no hay tema: el rey de España se comunica tan mal en Twitter como desde cualquier atril. Punto.
Más recorrido tienen las reacciones de los políticos en esta red social. Por parte del PP, Mariano Rajoy y Alfonso Alonso compartían agradecimientos al saliente y buenos deseos para el entrante. Especial atención merece la apostilla del presidente: "Símbolo de nuestra convivencia en paz y en libertad". Por la parte vasca, Borja Sémper fue el que quiso hacer la frase más redonda y el menos concreto de todos: "La Institución más antigua es la que antes ha entendido la necesidad de renovación". Ni una abdicación es moderna ni anacrónico es sinónimo de antiguo.
El inevitable Pablo Iglesias se limitó a lanzar su habitual soflama: "En democracia decide la gente. No somos súbditos, somos ciudadanos". Tan ciertas estas palabras en su boca como en las del resto que las han pronunciado hasta ahora.
En el PSOE, silencio. Imposible determinar si por la clamorosa ausencia de una portavocía autorizada, o porque mientras algunos de sus militantes, destacadamente algunos vascos, apostaban en Twitter por la república, la dirección socialista avalaba la abdicación y les dejaba en ridículo. Ni Rubalcaba, ni Madina, ni López, ni Pastor, ni Valenciano tenían nada que decir. De hecho, la imagen más relanzada fue una antigua de la cabeza de lista para las últimas elecciones, luciendo una insignia con los colores de la República. El movimiento se demuestra andando.
En una línea parecida andaban los "internacionalistas" de Bildu, según Pernando Barrena: Josu Juaristi, la última estrella de su ecosistema, ni palabra. Por parte del PNV, el comunicado de Andoni Ortuzar en su Facebook fue el único estandarte.
Mucho más interesante resultó el frente de periodistas. Bego Beristain, de Onda Vasca, se acordaba de la portada del Caduca Hoy con el oso Mitrofán que les valió a Nicola Lococo y Josetxu Rodríguez un viaje a la Audiencia Nacional por meterse con el ahora abdicante. Y Pedro J. Ramírez, liberado, hasta coqueteaba con los antimonárquicos: "Para razonable, la República".
Grandes momentos Como era de esperar, en internet se han repetido las recopilaciones sobre grandes momentos, para bien y para mal, de Juan Carlos I. La mejor, seguramente, la del blog Strambotic en Público: el "por qué no te callas", sus nietos juntados con Photoshop, su dedo corazón levantado a los vascos, las fotos del rey desnudo, el maltrato a su propio chófer y, por supuesto, el elefante muerto. Todo un campechano. Quien no tuvo piedad fue la BBC: una horrible foto oficial ofrecida por la Casa Real en la que se ve a un Juan Carlos I durmiente fue portada de su web durante todo el lunes.
Entre los twittstars, el sarcasmo tapaba la resignación, como bien exponía Barbijaputa (147.000 seguidores): "Para cuando acabe el mundial, ya nos han colao nuevo rey. Gol". Entre los más contundentes, Javier Mesonero (8.000 seguidores): "Pues si no hay referéndum, pues sin referéndum". Y entre los vascos, Jon Arrizabalaga (1.000 seguidores): "¿Ahora los Juancarlistas en qué os convertís en Felipistas o en republicanos? Porque monárquicos decíais que no erais".