MADRID. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó ayer que el régimen foral navarro "no es un privilegio" ni es "insolidario" con el resto del Estado, y recalcó que su Ejecutivo "no tiene ninguna intención" de plantear una reforma de la Constitución para cambiarlo. Respondió así al diputado de UPN, Carlos Salvador, quien reconoció que a muchos navarros les "ofende" que en este momento esté en debate el futuro del fuero navarro como una forma de "combatir" el independentismo o el "jacobinismo emergente".

"Los navarros no vamos a renunciar a nuestra personalidad jurídica", advirtió Salvador, días después de que el primer secretario del PSC, Pere Navarro, pidiera la supresión del Concierto de la CAV y del cupo navarro por considerarlos un "privilegio". A la solicitud planteada por Navarro se unieron posteriormente otras voces socialistas, quienes pretenden que la reunión del Consejo Territorial del PSOE del próximo 6 de julio aborde esta cuestión con el fin de avanzar hacia un sistema de financiación más igualitario.

En este contexto, Rajoy incidió en que el régimen foral es "una pieza más del Estado autonómico" y "no es un privilegio", puesto que las haciendas forales recaudan todos los impuestos, pagan después una parte al Estado como contribución a los gastos generales, "cantidad que no es fija, se establece cada cinco años y se actualiza anualmente". El presidente español insistió en que el mantenimiento de ese régimen foral, como parte que es de la Constitución, fue una "decisión votada entre todos y es compatible con los esfuerzos y metas comunes para afrontar las dificultades, como ha quedado acreditado en los últimos años".