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La imputación de la infanta alarma y preocupa al Gobierno español y al PP

Ministros y dirigentes se movilizan al creer que deteriora la imagen de España

La imputación de la infanta alarma y preocupa al Gobierno español y al PPEFE

BILBAO. La imputación de la infanta Cristina en el caso Nóos ha causado honda preocupación en el Gobierno español y en las filas populares por el daño que pudiera ocasionar en la denominada marca España, de ahí que ayer varios ministros y dirigentes desfilaran ante los medios para airear su pesadumbre. Entre los más beligerantes, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, quien demandó que el asunto "se sustancie con rapidez porque, efectivamente, beneficiar, no beneficia". No dudó en ensalzar el papel de la Corona en la difusión de una óptima imagen del Estado en el exterior para, a su juicio, "aliviar muchas de las penalidades que el pueblo está atravesando por la crisis".

En esta sintonía se pronunció el presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijóo, uniéndose al coro de los que entonan que la imputación "es una mala noticia para todos", algo que compartió la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, quien pidió a la Casa Real "neutralidad" y que no se posicione solo a favor del recurso de la Fiscalía. Feijóo añadió: "Para los que creemos en las instituciones y los que trabajamos para mantener la democracia, no es una buena noticia y espero un desenlace feliz. Cualquier otra consideración sobre el jefe del Estado es un disparate". Ana Pastor, ministra de Fomento, manifestó su "lealtad" a la Corona porque, "la monarquía es y seguirá siendo la institución que nos da más estabilidad".

Quien no se anduvo con rodeos fue el portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso, Vicente Martínez-Pujalte. Mientras la mayoría de los partidos de la oposición arropaba ayer al juez Castro por su talante justiciero y su intención, pegada a la calle, de que "todos seamos iguales ante la Justicia", Martínez-Pujalte arremetió contra el magistrado, acusándole de que sus actuaciones están "marcadas por el protagonismo personal". "Habría que pedirle explicaciones. Aún sigue investigando casos que empezó a instruir hace años, realizando imputaciones que luego no acaban en nada pero ya han hecho daño moral a las personas. Creo que al juez alguien le debía decir: acaba algo de lo que empezaste", se destapó. Al carrusel de lamentaciones se subió el presidente madrileño, Ignacio González, a quien la imputación le parece "una malísima noticia para nuestro país. Ya tenemos una situación de bastante incertidumbre, por lo que todo lo que sea profundizar en la inestabilidad es malo". Finalmente, remató, a modo de resumen, el presidente riojano, Pedro Sanz: "No es una buena noticia".

Mientras, el príncipe Felipe asistió a la entrega de despachos a los 231 nuevos jueces en L'Auditori de Barcelona, en las que fueron sus primeras palabras tras la imputación de su hermana, y no tuvo más remedio que referirse al papel de la Justicia, destacando que la función de los jueces, a los que solicitó "prudencia y fortaleza", "cobra mayor trascendencia en momentos complejos como los actuales". Aseguró que la Justicia "se erige en la clave que permite garantizar la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos".

aplazar la citación Entre tanto, el magistrado Castro asume que la citación de Cristina para declarar el 27 de abril puede ser suspendida o aplazada para que dé tiempo a que se tramite el recurso de apelación de la Fiscalía Anticorrupción.