AYER, en Artxanda, todos los presentes querían hablar, aportar memoria colectiva. A mediodía, alrededor de la escultura de La Huella, que preside el monte bilbaino, se dieron cita alrededor de doscientas personas para honrar a aquellos hombres y mujeres que resistieron el día anterior a que Bilbao cayera por la fuerza en manos no queridas. De ello se cumplen 75 años.
DEIA resume hoy algunas de las frases compartidas después de un aurresku de honor a los gudaris, un discurso del presidente de la asociación Aterpe 1936, José Moreno, y una ofrenda floral. El gudari de SOV/STV, del batallón San Andrés, recordó a quienes "dieron su vida por defender la democracia y nuestra Euskadi, que tanto sufrió por el terrorismo del franquismo", subrayó. Moreno aseguró que con llenarse la boca de lemas como "paz, reconciliación y democracia" no basta, por lo que pidió que se reconozcan a la víctimas del franquismo y que desaparezcan todos los símbolos de la dictadura.
El presidente de Aterpe 1936 lamentó que haya políticos que han olvidado la memoria histórica y concluyó dando las gracias con un "Gora Euskadi Askatuta!" Junto a él, le escoltaban Jose María Otsoa de Txintxetru, gudari del batallón Kirikiño y exsecretario del BBB del PNV, y el gudari del batallón Abellaneda, Manuel Sagastibeltza. Cerca también estaba Jon Lasuen, que de niño sufrió el primer bombardeo de Bizkaia, en Otxandio. Se libró porque su padre le mandó a comprar el periódico. De niño llevaba agua a quienes construían el Cinturón de Hierro.
Además de los gudaris y de familiares que combatieron contra los franquistas, también asistieron al homenaje en Artxanda el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna; el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao; y la diputada de Cultura, Josune Ariztondo. Moreno habló por teléfono con Iñaki Anasagasti, que estaba en un acto en Tenerife de Coalición Canaria. Su hermana Maitena y su cuñado Alberto Trojaola no faltaron. También hubo amplia presencia del PSE con Idoia Mendia, portavoz del Gobierno vasco, a la cabeza. Junto a ella, José Mari Pastor, padre del secretario general de los socialistas vizcainos, recordó a unos tíos suyos que lucharon en Aragón contra el bando franquista. "Y mi padre, estuvo preso en la cárcel de Soria por socialista", explicó el miembro de la asociación Aterpe.
El acto fue sencillo, breve y emotivo. Bilbao le espetó a Moreno. "Usted no se calla ni bajo el agua", dijo quien se emocionó segundos antes. "Me he emocionado por ellos -por los gudaris-", se lo pensó. Eduardo Ruiz de Gordejola quiso reivindicar un episodio desconocido para muchos: "El último pueblo en el que estuvo el lehendakari Aguirre no fue Turtzioz, sino Lanestosa. Mi abuelo estuvo allí como parte del cupo de seguridad del alcalde. Los hermanos Palacios fueron su última resistencia armada. Fueron mi abuelo Francisco y sus hermanos José y Ramón".
Iratxe de Agirre, por su parte, recordó un pasaje ocurrido en la cárcel de Larrinaga: "Un chico muy joven de Mungia se levantó en la celda y les dijo a los que lloraban cuando podían ser fusilados: ¡Si ellos saben matar, nosotros sabremos morir!". Era el recuerdo que transmitió su bisabuelo, el bermeotarra José Mari de Gotxi, que fue teniente de alcalde por ANV en Bilbao. El basauritarra Remigio González recordó cómo de niño trató de marcharse con su madre a otro país, aunque no les fue posible. Partieron de Ribadesella hacia Francia pero les interceptó el Cervera y les trasladaron a El Ferrol, donde estuvieron una semana presos. "Al regreso, en el mismo Esla, no naufragamos por poco", rememora este hijo de un miliciano del batallón Fulgencio Mateos: "Yo soy del PNV y mi padre socialista, pero de los de antes, de los que se preocupaban por los 114.000 asesinados que aún hay en las cunetas".
José Ramón Lekue, de Indautxu, mostró las credenciales de su padre Julián Lekue Maguregi, gudari del batallón Ibaizabal, compañía Bizkaigane: "En Santoña contaba que por las noches los falangistas clavaban las bayonetas a los presos". Por otra parte, Iñigo Landa y Marian Lecumberri recordaron que en Loiu se iba a inaugurar un monolito de homenaje a gudaris, una iniciativa aprobada en pleno por PNV, Bildu y PP.