Madrid. La Audiencia Nacional fue escenario ayer de dos juicios en los que miembros de ETA llevaron a cabo declaraciones de lo más llamativo. En primer lugar, el jefe del comando Otazua, Daniel Pastor, Txirula, renunció a ejercer su derecho a la última palabra alegando que los funcionarios que le habían trasladado desde la cárcel "no le habían dejado descansar", por lo que no estaba "en disposición" para hablar en euskera. "Es el idioma que tanto quiero, pero no lo controlo, y no lo puedo hacer", dijo.
El activista realizó estas manifestaciones en la última jornada de la vista oral que se ha seguido en la Audiencia Nacional contra él y los también miembros de la banda Iñigo Zapirain Romano, alias Aritza, y Beatriz Echevarría Caballero, Kot, por atentar el 16 de diciembre de 2007 contra los juzgados de Sestao. El fiscal Pedro Rubira elevó a definitiva su petición de cinco años de cárcel para cada uno de ellos por un delito de daños terroristas.
Por su parte, el considerado informático de ETA, Iraitz Gesalaga, aseguró ayer que no sabe apenas informática y que es "muy torpe con el ordenador". "Yo solo se lo básico, el word, el e-mail y ver películas", indicó, al tiempo que negó tener relación alguna con la banda. Detenido en el Estado francés en enero de 2011, se enfrenta a una petición fiscal de 10 años de prisión por pertenencia a organización terrorista.
En prisión El juez Pablo Ruz envió ayer a prisión a Iker Iparraguirre Galarraga, entregado el jueves por Francia, y al que atribuye la comisión de un delito de integración en organización terrorista.