Bilbao. CiU quiere hacer valer la fuerza que le otorga su triunfo histórico del pasado domingo en Catalunya. En una valoración más reposada de los resultados, el cabeza de lista de CiU, Josep Antoni Duran, dejó ayer clara la condición esencial para que la coalición ofrezca su ayuda al futuro Gobierno español que encabezará Mariano Rajoy para encarar la crisis económica. "Que nadie cuente con nosotros para una colaboración estable si no resuelven los problemas de Catalunya, empezando por el pacto fiscal", señaló.
La mayoría absoluta lograda por los populares les permite, a priori, gobernar sin ningún tipo de acuerdo con otras fuerzas políticas. Sin embargo, Duran considera que, por cuestión de responsabilidad, Rajoy se dirigirá a los nacionalistas catalanes. "Estamos convencidos de que requerirán de nuestro valor añadido. Si lo quieren ya lo saben, pacto fiscal. Si no, gobernamos en Catalunya, tenemos un grupo fuerte en Madrid y resistiremos", enfatizó.
Triunfo histórico Y es que las elecciones generales, por lo que respecta a Catalunya, ofrecieron tres datos relevantes y, a la vez, concurrentes. El primero es que por primera vez CiU lograba convertirse en la primera fuerza en unas elecciones generales. En segundo lugar, la derrota de los socialistas catalanes supone una piedra en el camino de Carme Chacón en su esperanza en convertirse en la líder del PSOE. Por último, Catalunya, junto a Euskadi, se ha convertido en una isla ante el triunfo arrollador del PP a nivel estatal. Tras la victoria en las autonómicas que llevó al Palacio de la Generalitat a Artur Mas y los sensacionales resultados en las municipales -escenificado en el hecho de que Xavier Trias arrebatara la Alcaldía de Barcelona al PSC-, CiU se enfrentaba al reto de ratificar esta andadura en unas elecciones que, históricamente, habían tenido al PSC como claro ganador. Los recortes llevados a cabo por Mas para atajar la crisis eran la vía de agua por la que a CiU se le podían escapar los votos. Sin embargo, los catalanes han respaldado la política de austeridad auspiciada por CiU.
Varapalo de Chacón El segundo poso que dejan estos comicios es que Carme Chacón ha perdido fuerza en su carrera hacia la secretaría general del PSOE. Aunque es verdad que la ministra de Defensa se impuso en Barcelona -única victoria socialista-, a nivel global Catalunya es la comunidad en la que los socialistas han sufrido un mayor retroceso en comparación con los comicios de 2008. El PSC ha perdido 18,75 puntos, pasado del 45,39% de los votos al 26,63%. Además, se han dejado la friolera de once diputados en el camino, de los 25 que obtuvieron en 2008 a los 14 del pasado domingo.
La tercera variable hace referencia al hecho de que el tsunami protagonizado por el PP a nivel estatal se ha quedado a orillas tanto de Catalunya como Euskadi. El PP catalán se queda como tercera fuerza, a 300.000 votos de CiU.
ICV y ERC completan el panorama político de Catalunya con tres escaños cada uno. Los republicanos lograban, de este modo, repetir representación y frenar la sangría de anteriores comicios.