Bilbao. Para UPyD, la jornada fue feliz pero menos. A la alegría de ver cómo pasaba de tener un solo representante a contar con cinco escaños, se le sumó la decepción de saber que no han conseguido alcanzar el mínimo de un 5% de los votos en la circunscripción electoral para tener derecho a constituir un grupo parlamentario propio en el Congreso de los diputados.
Las encuestas electorales otorgaban al partido liderado por la ex-socialista vizcaina Rosa Díez la posibilidad de lograr entre tres y cuatro escaños, pero a la hora de la verdad las urnas dejaron la última palabra y la realidad fue más positiva si cabe. Por lo visto en los comicios, los mensajes populistas en tiempos de crisis que ha lanzado el partido de Rosa Díez a lo largo de la campaña electoral han atraído a un sector del electorado de derechas pero que no apoya el modelo bipartidista. En relación a este hecho, Díez, una vez conocidos los resultados, cargó contra el sistema electoral al preguntarse "qué tiene que ocurrir" para que el sistema se cambie. "¿No es suficiente que Amaiur tenga siete diputados con 300.000 votos?", reflexionó en voz alta. Con un millón de votos, UPyD no tendrá grupo propio.
Sustentado en principios como la "recentralización" de la sanidad pública, con el objetivo de que todos los ciudadanos del Estado tengan garantizado el servicio sanitario, y evitar casos como el alavés de Oion, o la supresión de las diputaciones, ya que, a juicio de UPyD, estas instituciones no tienen una función específica en la actualidad, el electorado ha respondido y le ha dado unos escaños que defenderán con "esfuerzo y corazón para lograr la igualdad de todos los españoles", según Díez.
Atrás han quedado los 306.079 votos que cosecharon en 2008 y que tan solo les permitieron tener un escaño en el hemiciclo. La base del éxito cosechado en las urnas por UPyD ha sido la Comunidad de Madrid, donde la formación ha logrado cuatro de sus cinco escaños.
La celebración de los buenos resultados de UPyD no acabó bien para el parlamentario vasco por Araba, Gorka Maneiro que se hizo una brecha en la cabeza tras saltar de alegría en Donostia y chocar con una puerta al conocer los resultados.