bilbao. No todo el monte es orégano en el seno de la izquierda aber-tzale. Al menos eso se puede deducir al ojear los carteles que han empezado a proliferar en algunas localidades de Ezkerraldea -como en Portugalete, que aparece en la instantánea de arriba-, donde, junto a las pancartas en las que se pide el voto para Amaiur, algunos desconocidos han pegado mensajes instando a abstenerse el día 20-N.

Junto al puño rojo del símbolo de KAS (Koordinadora Abertzale Sozialista) y una estrella roja, en los carteles se reniega de la cita con las urnas, un mensaje que algunos atribuyeron ayer a un pequeño grupúsculo perteneciente a la izquierda abertzale tradicional, contrario a la apuesta que los dirigentes de la antigua Batasuna han protagonizado en los últimos meses. Este movimiento, que las Fuerzas de Seguridad del Estado habrían identificado ya, sería una corriente de ideología troskista sin gran relevancia en el seno de la izquierda ilegalizada.

Este grupo también habría realizado algunas pintadas en contra del exportavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, al que habrían dedicado palabras como "traidor", además de posicionarse en contra de Amaiur, coalición para la que la izquierda abertzale tradicional ha pedido el voto y de la que forma su núcleo central. Esta rama troskista ya habría mostrado públicamente su malestar en las diferentes asambleas que la antigua Batasuna celebró y de las que surgió la declaración Zutik Euskal Herria, texto que ha servido de hoja de ruta a la izquierda abertzale para centrarse exclusivamente en las vías políticas y democráticas.

Paralelamente a estas peticiones de abstención, dentro de la propia Amaiur se sigue sin esclarecer cuál será el papel que adopten sus dirigentes en caso de conseguir -como todas las encuestas pronostican- algún escaño en Madrid. En privado, alguno de sus candidatos ha confesado que no tendrá una presencia constante en el Congreso, como el resto de fuerzas que trabaja en la Cámara alta, sino que irá de vez en cuando. Una visión de la participación en las Cortes que choca con la que históricamente han defendido los integrantes de Eusko Alkartasuna, que siempre que han obtenido representación en la Carrera de San Jerónimo han estado presentes.

una decisión justa Coincidiendo con el último día para recurrir alguna de las formaciones que concurren a las elecciones generales, el Tribunal Supremo archivó ayer la querella que varias asociaciones presentaron contra los seis magistrados del Constitucional que votaron a favor de permitir que Bildu concurriera a las municipales del pasado mayo, en una sentencia en la que el alto tribunal asegura que esta decisión no fue "injusta".

La resolución del Supremo es muy crítica con los querellantes -la Fundación para la Defensa de la Nación Española, el sindicato de funcionarios públicos Manos Limpias, la plataforma ciudadana Hazte Oír, la asociación Voces contra el Terrorismo, Libertad e Identidad y el Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro-, cuya iniciativa llega a calificar de "desatino". Para empezar, y frente al argumento de estos de que la decisión adoptada por el Constitucional era "a todas luces injusta", la sentencia recuerda que ya siete de los dieciséis magistrados de la Sala del 61 del Supremo -que en primera instancia acordó no permitir a Bildu participar en las elecciones- se mostraron a favor de la presencia de la coalición abertzale en los comicios.

El TS concluye que ni se está en presencia de una decisión injusta, ni ha existido abuso de jurisdicción ni invasión competencial tras la decisión de la Sala del 61.