MADRID. Miles de personas se concentraron ayer en Madrid, nueve días después de que ETA anunciara el cese definitivo de su actividad armada, para exigir justicia y reclamar que no haya ningún tipo de concesión a los terroristas, que "deben rendirse sin condiciones" y pedir perdón a las víctimas.
Al acto, convocado por la asociación Voces contra el Terrorismo, acudieron representantes del PP como los eurodiputados, Jaime Mayor Oreja y Carlos Iturgaiz, y el presidente del comité electoral nacional, Miguel Arias Cañete, así como el presidente de Asturias y del partido Foro Asturias, Francisco Álvarez Cascos.
Pasadas las 13:00 horas, comenzó la concentración, bajo el lema Frente a la impunidad, Justicia, guardando un minuto de silencio por todas las víctimas en la plaza de la República Dominicana de Madrid, junto al monumento a las víctimas en el lugar donde ETA asesinó a doce guardias civiles el 14 de julio de 1986. Tras los aplausos, una de las víctimas señaló que están "orgullosos" de vivir en un país en el que se paga por los crímenes y en el que "no triunfa la impunidad, sino la ley".
"Casi un millar de víctimas no son solo un numero", exclamó esta participante al tiempo que el medio centenar de víctimas que la acompañaban en el escenario mostraban carteles con distintas cifras y los daban la vuelta para enseñar las fotos de sus familiares cuando dijo: "tienen cara, tienen nombre, pero no tienen voz porque se la quitaron".
A continuación, tomaron la palabra la madre de Irene Villa, María Jesús González, y la de la niña de 6 años que murió en el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Santa Pola (Alicante) en 2002, Toñi Santiago, quienes relataron varios de los atentados de ETA.
Ambas mujeres exigieron justicia y que no haya ningún tipo de concesiones a los terroristas. "No olvidaremos su pasado cuando se sienten en el Congreso amparados por una marca blanca y con la complicidad del Gobierno y del Tribunal Constitucional", dijo González, que añadió que en esta historia "escrita con la sangre" de casi un millar de personas hay "vencedores y vencidos".
En este contexto, Mayor Oreja advirtió de que el comunicado de ETA es únicamente el "desenlace" de un "proyecto pactado" con el Gobierno y con el objetivo de presidir el País Vasco para, desde allí, "liderar su proyecto totalitario y lanzar un desafío a España". "Quiere ganar las elecciones para la fractura de España, vamos a pasar de un proceso a un desafío en poco tiempo", advirtió.