El PP de la CAV maquilla el inmovilismo exhibido por el entorno de Rajoy ante Bildu
Erkoreka afea que Basagoiti abra la puerta a la generosidad mientras Génova quiere la impugnación
Bilbao. Parecía terreno vedado, pero el PP, al menos a nivel de la CAV, ha terminado rondando la cerca que le separa del posibilismo en materia de normalización. Mientras la secretaria general de los populares en el Estado, María Dolores de Cospedal, ha apostado por impugnar los gobiernos de Bildu en caso de que Mariano Rajoy gane las elecciones generales del 20 de noviembre, las filas de Antonio Basagoiti han aceptado los votos de la coalición abertzale en más de un municipio, toda vez que han dejado la puerta abierta a un cambio en el discurso de Génova en una dirección menos intransigente, siempre y cuando la coalición cumpla con las expectativas. Por ello, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, se pregunta en un artículo publicado en su blog qué terminará sucediendo si Rajoy accede a Moncloa, si bien recuerda que, pese a los requiebros de Basagoiti, el PP ha expresado por activa y por pasiva a nivel estatal que "Bildu es ETA". "¿A quién creemos? ¿A Génova o a Basagoiti?", contrapone el jeltzale.
La reubicación del partido en suelo vasco permitiría al equipo de Basagoiti sacudirse los últimos vestigios de la era San Gil y allanar el camino al entendimiento con otros partidos -lo cual beneficiaría a Rajoy de no lograr la mayoría absoluta- en virtud de un discurso esporádicamente más flexible que, no obstante, sigue mostrando un frontal rechazo a ETA y a hablar con los activistas. El actual líder del PP en la CAV tomó el mando de la formación con el marchamo del moderantismo, y con el reto de relativizar la imagen burocrática de sus siglas -el giro facilitaría la apertura de sedes en suelo vasco-, pero la sombra de la expresidenta volvía a cernirse sobre su gestión periódicamente, dejando entrever que el sangilismo seguía pesando en el PP a pesar de la marcha del icono, y deslavando en cierta medida la vía de Basagoiti. El propio presidente de los populares vascos habría corrido el riesgo de verse fagocitado por el pasado al adoptar posiciones más duras en la pugna por disolver ayuntamientos de ANV.
la afección en rajoy No obstante, cuando el PSE barajó una reforma estatutaria desde el Gobierno vasco, el PP se opuso, pero no descartó abordar la materia en la próxima legislatura. Su reticencia a vetar el vasquismo le serviría para intentar un acercamiento al PNV en Madrid, además de que una mayor flexibilidad sobre Bildu ayudaría a Rajoy a no hacer irrespirable el ambiente con la coalición en el Congreso que, según distintas prospecciones, podría lograr seis escaños. Por otra parte, el inmovilismo no cunde entre la opinión pública vasca con la misma fuerza que lo hace en Madrid, al tiempo que el equipo de Basagoiti resultaría mal parado en las votaciones de más de un municipio si decidiera limitar su acción y no contar con el apoyo de Bildu. La duda reside en saber cómo compatibilizar ese discurso con los intereses de Rajoy, dispuesto a exprimir todo lo concerniente a ETA para desgastar a Rubalcaba. Y también cabe preguntarse hasta qué punto es real ese movimiento y no un mero maquillaje o un amago, dada la propuesta lanzada ayer por Leopoldo Barreda al PNV a favor de rescatar las fracasadas mociones de censura.
En las jornadas previas a la sesión constitutiva de los ayuntamientos de la CAV, el PP se enfundó el traje a medida de la inflexibilidad frente a ETA y la izquierda abertzale histórica. Apoyó al PNV en Elorrio, Sopelana y Laudio -a pesar de sus discrepancias con los jeltzales- para tratar de impedir el acceso de Bildu a los tres consistorios tras las elecciones del 22-M, pero las contradicciones no tardaron en aflorar. Una vez asentados los gobiernos municipales, los populares se sirvieron de los votos de Bildu en Gasteiz para frenar el proyecto del Bai Center, toda vez que ambas formaciones coincidieron en todas las votaciones del pleno de Valdegovía -gobernada por el PNV- donde se perseguía configurar las sociedades públicas y las comisiones informativas de los concejales. El propio Basagoiti ponía recientemente la guinda al pastel de la confusión asegurando en una entrevista publicaba en los diarios de Vocento que Mariano Rajoy "puede actuar con mano izquierda con el mundo de Bildu si respeta las reglas de juego".
El líder del PP de la CAV dibujó una formación cansada de ser considerada el "doberman en el tema de ETA", si bien su partido ha dejado claro en Madrid que no quiere saber nada de procesos ni de Bildu, al tiempo que él mismo negó el saludo al diputado general de Gipuzkoa Martín Garitano "hasta que sus jefes entreguen las armas". Sin embargo, el diputado general de Araba, el popular Javier de Andrés, abrió la puerta a la colaboración institucional -que no política- con Bildu, mientras Gasteiz -que alumbró la connivencia entre PP y Bildu sobre el Bai Center- ha aplazado, al menos hasta septiembre, la moción de condena a ETA. Aunque no quepa poner en duda los recelos de los populares frente a Bildu, el presidente del PNV Iñigo Urkullu sí quiso dejar caer en un artículo publicado en su blog el pasado mes que el PP "quizás ya ha soñado con una luna de miel por las verdes praderas de Irlanda".
Erkoreka, por su parte, asegura que "a la sección vasca del PP no le gusta que se aireen estas declaraciones" y que acusa a quienes lo hacen de "pretender recuperar la imagen del doberman que durante años encarnó el rostro más autoritario, inflexible e intolerante de los populares". "Pero no nos inventamos nada", recuerda, en referencia a declaraciones como las de Cospedal. Desde el propio PP de la CAV, su portavoz Leopoldo Barreda, de hecho, opinó ayer en Onda Cero que "cada decisión que toma Bildu pone más de manifiesto lo que algunos ya sabíamos, y es que son la misma Batasuna de siempre". Además, en declaraciones a Vasco Press, pidió al PNV que desalojara a la coalición mediante mociones de censura. "Hablo de la posibilidad de barajar mociones de censura y de articular mayorías que, por lo menos en los plenos de las Juntas Generales o municipales, eviten tropelías", dijo.
propuesta de bildu al pnv Por otra parte, el presidente del EBB del PNV Iñigo Urkullu se muestra dispuesto, en un artículo publicado ayer en su blog, a contrastar proyectos con Bildu, así como a labrar "acuerdos puntuales y acuerdos estratégicos, pero desde el planteamiento claro del proyecto de cada cual". Así vuelve a rechazar el ofrecimiento de la coalición de conformar, junto a Aralar, una misma plancha con la que acudir a las elecciones generales del 20 de noviembre. Para el burukide, no cabe hablar de ninguna alianza con Bildu sin que la coalición logre el fin de ETA, al tiempo que recuerda la defensa del PNV de los derechos nacionales, cuya interpretación se habría visto contaminada por "discursos supuestamente abertzales". Además, recalca que su partido tiene claro que "lo más importante" es la persona, y apuesta por debatir y aprobar en las instituciones vascas iniciativas como la del nuevo estatus político.
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