MADRID. "Esto es histórico, irreversible. Es una decisión ya tomada que no tiene vuelta atrás. No está condicionada a la represión que hemos recibido del Gobierno ni a nada", ha dicho Moreno sobre la decisión de la izquierda abertzale de apostar por vías exclusivamente políticas para defender su proyecto, abandonando la violencia.
Moreno, uno de los ocho acusados de intentar reconstruir Batasuna a través de Bateragune, ha dicho que se sumó al grupo de reflexión liderado por Arnaldo Otegi -"él tenía algo en la cabeza y quería corroborar si había más gente que estaba de acuerdo"- con el objetivo de "ganar espacio y competir legalmente" con el PNV, hasta entonces hegemónico en el mundo nacionalista.
El procesado ha negado además que el grupo que se formó actuara bajo las órdenes de ETA.
"Qué va", ha respondido a la pregunta en este sentido de su abogada, Jone Goirizelaia.
En un momento de su declaración, Moreno ha provocado las risas de la sala al asegurar que cuando fue detenido le quitaron unas llaves "que son del Gobierno de Nafarroa" y que estaban en su poder por su condición de liberado sindical y que, asegura, no han aparecido.
"Me preocupa que algo que no es mío esté por ahí pululando", ha dicho el acusado, a lo que la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, ha contestado en tono jocoso: "No se preocupe usted, que las llaves se las damos nosotros".