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La calma chicha vuelve al PSM tras el órdago de Gómez a Lissavetzky

el secretario general del socialismo madrileño dice ahora que "no hay gresca" y que "va a salir el sol"

La calma chicha vuelve al PSM tras el órdago de Gómez a LissavetzkyFoto: EFE

BILBAO. Cada vez que Tomás Gómez estornuda, el socialismo se resfría. El secretario general de las filas de Zapatero en Madrid, que ya puso en un brete al presidente español al negarse a retirar su candidatura a las primarias pese a la apuesta de Moncloa por Trinidad Jiménez, ha ganado confianza desde su victoria ante la candidata oficial y ha encendido varios fuegos a su paso. El último, con motivo de las listas electorales para el Ayuntamiento de Madrid, tras las acusaciones que ponían el acento en que Gómez había hecho valer su posición de jefe en el PSM para imponer al candidato a alcalde, Jaime Lissavetzky, buena parte de los nombres de la plancha. Ayer, sin embargo, y ante la atenta mirada de Zapatero en el marco de la Convención Municipal del PSOE en Sevilla, los socialistas jugaron la carta de la unidad y la escenificación del cierre de filas. "No hay gresca, y nadie duda de que habrá un acuerdo", zanjó Gómez.

Así se pronunció después de que la dirección federal del partido, a la que recurrió Lissavetzky, reclamara a ambos que alcanzaran un entendimiento para evitar que la comisión de listas intervenga. "Siempre ocurre lo mismo: primero llueve, luego escampa, y luego sale el sol. Ahora estamos a puntito de que salga el sol", insistió Gómez. El PSOE, en este sentido, dispone de una semana para acordar sus listas antes del Comité Regional que se celebrará el día 20, donde se ratificarían las planchas para su envío al aparato federal.

Zapatero, por su parte, avisó al PP de que, para ganar las elecciones, "hay que merecerlo", al tiempo que cargó contra la "falta de ideas" de Rajoy, que habría acuñado el lema "la culpa es de Zapatero". "No se esfuerzan mucho en programas", dijo.