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Bizkaia resistió treinta Gernikas

La Diputación promueve una iniciativa para sacar a la luz todos los bombardeos de la Guerra Civil

BILBAO.Entre julio de 1936 y junio de 1937, Bizkaia se convirtió en un colador. El territorio histórico fue bombardeado desde tierra, mar y aire. A punto de cumplirse 75 años de aquellos ataques fascistas, la Diputación ha puesto en marcha una iniciativa. El ente foral liderará la transmisión generacional de los bombardeos aéreos: tanto de los sufridos en el marco de operaciones como sobre la población indefensa en aquellos años.

En próximos días, la Diputación de Bizkaia quiere sacar a la luz que no solo Gernika, Durango, Bilbao u Otxandio fueron víctimas de bombas españolas, italianas y alemanas. El número de municipios vizcainos bombardeados sobrepasó la treintena.

La diputada de Cultura, Josune Ariztondo, y responsables de la productora audiovisual bilbaina Itesa han presentado esta semana el proyecto pionero. Pretenden difundir estos ataques y recuperar la memoria histórica de quienes fueron testigos directos, personas hoy octogenarias y nonagenarias. Al mismo tiempo, proyectan ya la elaboración de un documental a elaborar con reflexiones conjuntas de supervivientes, la generación de hijos de estos y, como novedad, las primera valoraciones de los jóvenes bizkaitarras. En los diferentes pueblos ya han comenzado a programar reuniones, e incluso algunos ya han celebrado la primera. "Les vamos a entregar cámaras de vídeo para que se graben y con todo el material haremos una selección", resumió el director de la película, Egoitz Rodríguez .

75 años recordando La iniciativa titulada Gernika-Bizkaia 1937-2012, 75 añosrecordando tiene como base histórica un informe que el Gobierno de Euzkadi, a través de Jesús María Leizaola, solicitó a la Er tzain- tza, probablemente en junio de 1937. En él aparecen la mayoría de los pueblos bombardeados desde el espacio aéreo, aunque por la situación de resistencia, efectivos y posibilidades, el texto no es completo ni concuerda en ocasiones con datos corroborados por investigadores actuales. Tampoco son fidedignos si se cotejan con testimonios de testigos, corresponsales de guerra de la época u otro tipo de agentes que a modo propio recogieron en diarios esta parte de la historia real.

Según especialistas consultados, el informe de Leizaola se realizó "como se pudo con un Gobierno de Euzkadi con el frente hundido". Por otra parte, algunos historiadores estiman que las cifras de muertos y heridos que recoge el texto están "abultadas para llamar la atención de Europa y obtener una intervención humanitaria". Un ejemplo es que el informe registra "1.500 muertes en Gernika". Algunos investigadores apuntan a que la muerte accidental -en avioneta en Burgos- de Mola el 3 de junio de 1937 rebajó las cotas de terror del Gobierno de Euzkadi.

DOS TIPOS DE BOMBARDEOs Los nacionales y sus aliados ejecutaron dos tipos diferenciados de bombardeos sobre Bizkaia. Unos fueron los perpetrados sobre localidades dentro del marco de operaciones -del frente- y que afectaron también a población civil. Y, los otros fueron ataques a poblaciones alejadas de los frentes, calificadas como "ciudades abiertas". Este sería el caso -según apuntan historiadores- de Durango, Gernika o, incluso, Bilbao.

Lo cierto es que hasta hace breves fechas, escasos vizcainos podrían haber pensado que los militares sublevados y sus aliados hubieran bombardeado una tercera parte de las localidades del territorrio histórico. Se estima que uno de cada tres pueblos sufrió devastación y muerte como ya anunciara el "director" del golpe, el General Mola: "Si vuestra sumisión no es inmediata, arrasaré Vizcaya por las industrias de guerra. Tengo medios sobrados para hacerlo". Incluso se molestó en ordenar traducir sus pasquines de amenaza al euskera.

Un ejemplo de esta amenaza velada lo recuerda a DEIA un superviviente del bombardeo de Durango, Alberto Barreña. "El General Mola ya decía: guerniqués, cuando veas las barbas de tu vecino durangués afeitar, pon las tuyas a remojar". Vecino de Alberto fue José Antonio Olea. Perdió en aquel bombardeado del 31 de marzo de 1937 a "dos hermanos y a mi abuelo al caer una bomba en su casa", confirmó ayer en Amorebieta. A su juicio, "fue una guerra terrible, con familias enfrentadas en las que había parientes en cada bando. Terrible", insiste.

En territorio zornotzarra, un bombadero echó abajo dos caseríos de San Miguel de Dudea Sobre aquellos terrenos, los pasionistas construyeron el seminario de Orue.

Otra curiosidad histórica fue que Franco mandó bombardear la localidad vizcaina de Trucíos -por la presencia del lehendakari Aguirre- y los pilotos arrojaron los artefactos sobre en otro municipio: Villaverde de Trucíos, en Cantabria. El arrasatearra Jesús Moreno -fallecido en 2009- salió vivo de ese ataque: "Yo estaba con unos soldados y les avisé de que venían ocho aviones. De pronto, me vi solo. Me escondí bajo un pino, y al caer las bombas mi cuerpo botaba como una pelota. Me caía sangre por la cabeza, pero del susto no sentía nada". Le curaron las heridas de metralla en un balneario de Karrantza.

Con esta iniciativa de la Diputación Foral de Bizkaia testimonios como estos quedarán grabados y reflexionados por otras dos generaciones en el documental que participará en festivales de cine, como Zinebi. "Yo -asegura la diputada Josu Ariztondo- en Ondarroa conocía la cárcel de mujeres de Saturraran y pensaba que lo sabía todo el mundo. Al ver la película Izarren Argia -sobre este penal de mujeres- caí en la cuenta de que no era así. Entonces, me pregunté cuántos saturraranes desconocidos y ocultados habrá en Euskadi". Tantos como bombardeos que sacar a la luz.