Bilbao. La obsesión por la clandestinidad llevó a los integrantes de EKIN a elaborar un sistema específico de seguridad para toda la izquierda abertzale oficial que fue aprobado por la dirección de ETA que en ese momento dirigía Javier López Peña, Thierry, informaron ayer fuentes de la lucha antiterrorista. El manual recibía el nombre de Segurtasun-EA y en él se incluían una serie de directrices de funcionamiento interno.
Así, se consideraba obligatorio el uso del transporte público desechando los coches particulares para los desplazamientos y de ese modo pasar desapercibidos, evitar los seguimientos o las balizas aplicadas en algunos vehículos por la Policía o la Guardia Civil para realizar las escuchas.
Otra de las novedades es el especial interés en preservar en secreto las propias estructuras de la izquierda abertzale para "no ofrecer al enemigo información suplementaria de carácter general, más allá de lo que se hace en público". Asimismo, en el manual hay una especial preocupación por las fotografías que se pueden realizar mediante un teléfono móvil. Creen que las consecuencias pueden ser graves por lo que ordena no dejarse fotografiar e incluso indican el proceder en caso de que alguien les haga una foto: "quitarle el móvil, romperlo y quitarle las ganas de que lo vuelva a hacer".
Estas férreas medidas de seguridad dificultaron la operación desarrollada el pasado martes, siendo el resultado de más de dos años de investigaciones.