Bilbao. Durante la presentación de los nuevos uniformes de la Er-tzaintza el pasado 23 de junio en Erandio, el consejero de Interior, Rodolfo Ares, aseguró que antes de entregarlos se utilizaría todo el stock en reserva como una medida de ahorro para paliar la situación de crisis actual. Sin embargo, el retraso -de hasta un año en algunos casos- que va a sufrir la nueva equipación por falta de presupuesto, unido al progresivo agotamiento de las prendas que aún quedaban en los almacenes de la Ertzaintza, ha provocado una acuciante escasez de ropa entre los agentes.
"A algunos ertzainas ya se les ven hasta los calzoncillos", afirmaba de forma gráfica un portavoz del sindicato ELA respecto a la carencia de algunos de los elementos más importantes de la vestimenta y al mal estado de la que siguen utilizando los ertzainas, que se va deteriorando progresivamente por su uso continuado. Como consecuencia, muchos están optando por comprarse la ropa por su cuenta, ante la imposibilidad de renovarla.
La central abertzale entregó el pasado 13 de julio un escrito al coordinador del Servicio de Prevención, Alfonso Apellaniz, en el que se quejaba de la situación que padecen los integrantes del Cuerpo. En dicha nota, denunciaba la "falta de previsión de ropa" que se está produciendo desde hace unos meses y que está afectando a los buzos ignífugos, los pantalones de los agentes de la Unidad de Tráfico, los zapatos, las botas de las patrullas de Seguridad Ciudadana, los guantes anti corte, los cinturones, etc.
"Estamos recibiendo infinidad de denuncias por parte de los ertzainas", aseguraba ELA, que considera que la situación es "grave", ya que "no es de recibo que los trabajadores no tengan los medios para poder trabajar en condiciones". Al parecer, esta problemática afecta sobre todo a las tallas más comunes, como la L o XXL, que son las que se han agotado con mayor rapidez.
Portavoces sindicales explicaron a DEIA que esta carencia de material no se limita a los uniformes y que ya se está extendiendo en las comisarías a otros materiales como el papel para secarse las manos y los vasos, que han dejado de reponerse. "Están quitando las fuentes que había habilitadas para poder beber agua", denunciaron.
Respecto a los uniformes, criticaron que los ertzainas "tienen que apechugar con material deteriorado que no se cambia, llevan el buzo y las botas rotas. En lugar de tener, por ejemplo, dos pantalones, deben aguantarse sólo con uno".
Este panorama se torna más grave si cabe ante la lejanía con la que se ve la llegada del nuevo material. Si, como está previsto, en las próximas fechas se sacan a concurso elementos como la cazadora corta, las botas y el forro polar, todos ellos pueden estar disponibles a principios de 2011. No así los nuevos polos, el correaje y los cinturones, que no serán licitados hasta el año próximo ante la falta de presupuesto en las arcas de Interior, por lo que el retraso será mucho mayor.