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La izquierda abertzale oficial se distancia de la kale borroka pero elude condenarla

Su desmarque del ataque a la comisaría de Agurain no convence a Ares, que pide un rechazo expreso

La izquierda abertzale oficial se distancia de la kale borroka pero elude condenarlaFoto: efe

bilbao. El ataque de kale borroka registrado en la madrugada de ayer en el puesto de atención al público de la Ertzaintza en Agurain, sabotaje en el que un grupo de desconocidos arrojó seis cócteles molotov y varios recipientes de pintura sin causar daños personales, no ha servido para oír de boca de los dirigentes de la izquierda abertzale oficial la tan demandada condena. Una palabra clave para que las formaciones constitucionalistas den carta de naturaleza al acuerdo firmado por este movimiento y EA, pero que indirectamente, como vienen haciendo los integrantes de la izquierda ilegalizada en los últimos meses, la suscribieron al marcar distancia con los métodos violentos y asegurar que expresiones de este tipo no tienen cabida en su nueva hoja de ruta.

Apremiados por el consejero de Interior, que minutos después de dar a conocer el sabotaje emplazó a la izquierda abertzale tradicional a condenarlo sí o sí, Aitor Bezares y Miren Legorburu aprovecharon una rueda de prensa en Donostia relacionada con la convocatoria de huelga general para replicar, a su manera y con el lenguaje y los circunloquios habituales, a Rodolfo Ares. Ambos, sin hablar de condena, advirtieron de que la apuesta de la izquierda ilegalizada pasa por las vías estrictamente políticas, y que actos como el de Agurain no encajan en la reflexión interna realizada por este movimiento, plasmada en las Bases de un acuerdo estratégico entre fuerzas políticas independentistas.

Un desmarque de la violencia sin condena que ya aparece plasmada en el citado texto recogida en la defensa de los Principios Mitchell, por la que la izquierda ilegalizada se compromete a renunciar al uso de la violencia y se desmarca de cualquier intento por parte de otros al uso de la fuerza. Apuesta que ratificaron ayer los portavoces de la izquierda abertzale oficial, pero que no parece ser suficiente para Ares, que durante la visita al edificio atacado reiteró la necesidad de una "condena clara" para que este movimiento tenga cabida en el ruedo político. "En caso contrario, no estarán en política, y sus apuestas serán un nuevo canto al sol; un nuevo intento de engañar a la sociedad vasca, y no se lo vamos a permitir", aseveró el titular de Interior.

Un discurso de tolerancia cero con la formación ilegalizada que el portavoz parlamentario popular Leopoldo Barreda hizo suyo al asegurar que las interpretaciones que los dirigentes abertzales hicieron del ataque de Agurain demuestran que no han cambiado ni un ápice su estrategia sobre la violencia. "Algunos no quisieron ver a Batasuna en el Palacio Euskalduna, y algunos no querrán oír los cócteles de Salvatierra, pero los hechos son tozudos y nos hablan de manos enfundadas en guantes de látex y de cócteles molotov contra una institución como la Ertzaintza", enfatizó Barreda.

ea sí lo condena Menos enrevesados en el lenguaje que sus compañeros de aventura en el denominado polo soberanista, desde Eusko Alkartasuna se apresuraron en condenar el ataque de kale borroka. De esta manera, según indicó en un comunicado, la formación liderada por Pello Urizar se reafirmó en lo suscrito cuatro días antes en el Palacio Euskalduna. En este sentido, EA adelantó que seguirá trabajando como hasta ahora por el cumplimiento y respeto de todos los Derechos Humanos.

Sobre el debate que los populares han abierto al plantear la hipotética ilegalización del partido de Urizar por mantener relaciones con la izquierda ilegalizada, el ministro del Interior, desde Bruselas, defendió la "impecable" historia democrática de Eusko Alkartasuna. "No veo yo a nadie ilegalizando EA. No lo veo. Sobre todo, no veo a ningún tribunal haciéndolo y, por tanto, debemos ser prudentes", subrayó Alfredo Pérez Rubalcaba en la capital comunitaria al ser cuestionado sobre el futuro de los nuevos socios de la izquierda ilegalizada.

Para estos últimos, el titular español del Interior utilizó un discurso más beligerante: "Vamos a tratar de hacer todo lo posible para que, si no hacen lo que tienen que hacer, que es separarse radicalmente de ETA, no estén presentes en las elecciones. Aplicando las leyes".