bilbao

El atrio del mercado bilbaino del Ensanche fue ayer escenario del homenaje a la figura pública, y en todas sus facetas, del histórico dirigente del PNV Gorka Agirre. Fallecido hace un año, su familia recibió el cariño de más de 300 personas que en mayor o menor medida compartieron retazos de la vida de una persona clave en la historia de la formación jeltzale y de Euskadi. Todos loaron el ejemplar legado de "un hombre de paz" que "luchó de forma inquebrantable por Euskadi".

Belén Greaves, Xabier Arzalluz y Joseba Egibar tomaron la palabra para reconocer la trayectoria política de Agirre, nacido en el exilio en Bélgica en 1949 pero cuyas firmes convicciones, heredadas de su propia familia, pronto hicieron ligar su vida al nacionalismo. Sobrino del lehendakari Aguirre, ingresó en el PNV en pleno franquismo. Cuatrilingüe y europeísta, pronto se erigió en responsable de relaciones internacionales, mientras en Iparralde tuvo contacto con Arzalluz mostrando "una capacidad para resumir el sentir ideológico y orgánico del mundo de ETA" que le hizo ser pieza clave. El ex presidente del PNV lo tildó de "referente sobre lo que debemos ser" en la formación jeltzale.

La secretaria del Euzkadi Buru Batzar, Belén Greaves, remarcó que "su compromiso le puso en primera línea de acción" aunque "no tuvo fáciles cometidos" en la dilatada trayectoria de un alderdikide "que consagró buena parte de su vida a la libertad y a la paz". No en vano, pilotó las negociaciones del acuerdo de Lizarra y la consiguiente tregua de ETA, en 1998. "Era un hombre de paz en busca de paz", sentenció Greaves. Egibar recordó a Agirre con un emotivo bertso a la memoria de un político "referente para todos", resumió. Pero una causa abierta por el juez Grande-Marlaska ensombreció, entre 2006 y 2008, la trayectoria de Agirre. "Injustamente envuelto en un proceso judicial del que salió absuelto", recordó Greaves, la acusación mezcló "su buen nombre con oscuras y presuntas tramas vinculadas a ETA". Ayer, sin embargo, fue momento para "reivindicar su trabajo" y exigir a aquellos que aún a día de hoy desacreditan su figura "dejen en paz su memoria". Sus viuda Usune y sus tres hijos recibieron ayer el calor de los amigos de Gorka Agirre, un "referente para todos".

El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y numerosos jeltzales como Emilio Olabarria, Josune Ariztondo o Gotzon Lobera estuvieron también presentes en el emotivo homenaje a su memoria.