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"Creo que este año el rey hará algún guiño en euskera en el mensaje de Navidad"

"Parece que a Letizia Ortiz le han hecho una transfusión y ha pasado de ser plebeya a tener sangre azul y creerse San Dios. Es más monárquica que Felipe y eso crea mucho anticuerpo". Anasagasti no le ve mucho futuro a la monarquía. Menos, según se sepa lo que la rodea

"Creo que este año el rey hará algún guiño en euskera en el mensaje de Navidad"Foto: javi colmenero

Donostia. Iñaki Anasagasti (Cumaná, Venezuela, 1947) lleva casi treinta años en la política activa. Desde el Parlamento Vasco en 1980 hasta el Senado, actualmente, tras pasar por el Congreso entre el 86 y 2004. El viernes, presentó en el Koldo Mitxelena su último libro Una monarquía protegida por la censura (Foca, 2009). Tan solo dos días después de que los monarcas visitaran la capital guipuzcoana.

Patxi López, el rey Juan Carlos y Carolina de Mónaco. Vaya foto.

Una foto muy llamativa, sobre todo porque se trataba de recordar cómo Alfonso XIII puso en su día la primera piedra. Un Alfonso XIII sobre el que el Congreso de los Diputados, en 1931, con Julián Besteiro de presidente, acordó que ni él ni sus descendientes volvieran más por aquí. Luego hubo una dictadura gracias a la cual ha podido venir él aquí con todo el glamour.

¿Le sorprendió alguna presencia en la recepción del miércoles pasado?

Como digo, para la gente, hay mucho glamour alrededor de la monarquía. Ya ocurría en tiempos de Franco. A mí no me ha extrañado porque a la gente le gustan estas cosas. A fin de cuentas, es el jefe de Estado y hay cargos públicos que tienen obligación de ir a ese tipo de actos. La única envidia que tengo es no haber estado al lado de Carolina, que fue la novia de nuestra generación.

Parece que el rey y el lehendakari se llevan bien.

En marzo se inauguró la biblioteca de Deusto y, con Ibarretxe delante, le dijo a López: "A ver cuándo quitas a este". Luego fue donde Basagoiti y le dijo: "Ayúdale a este [López] a ver si podéis gobernar vosotros". Una persona como el rey que lleva desde la muerte de Franco, diciéndole a estos dos eso, tiene que estar muy a gusto, mucho más que con Ibarretxe o cualquier otro dirigente nacionalista. La foto me recordó la falta de educación y la intromisión absolutamente inaceptable por parte del rey en marzo hablándole a López que, de una forma, tuteló el pacto PSE-PP.

23-F. El rey salvó la democracia en una noche.

El que salva la noche es Fernández Campo. Lo que demuestra que este país es un país de pandereta es que todo el mundo se alegra de que el general se haya ido al sepulcro con todos los secretos. En un país democrático sería intolerable. Una persona con protagonismo, tenía que haber contado: eso pertenece al acervo político de una generación. Sin embargo, aquí todo el mundo celebra que no se haya contado, porque todo el mundo sabe que, de haber largado de verdad, el rey hubiera estado implicado de hoz y coz.

¿Qué hizo el general Sabino Fernández Campo?

En el juicio militar posterior, sirvió de escudo del rey. En la película que ha ganado el Ondas (23-F: El día más difícil del Rey), el rey aparece como salvador y Fernández Campo como un subordinado. Gente que habló con el general antes de morir cuenta que se mostraba muy molesto con eso. La culpa la tuvo él, porque tenía que haber contado la verdad de lo ocurrido. El rey, con su frivolidad, manera de proceder y las críticas a los partidos políticos, fue un propiciador. Lo que irrita es que se le ensalce como si fuera el gran salvador de la democracia. Eso es un camelo. Por eso tiene que estar la monarquía protegida por la censura. El 23-F todavía no se ha contado y yo lo único que pido es que no se siga mintiendo.

¿El golpe no fue también de "país de pandereta"?

Afortunadamente, fue una chapuza. El PSOE tuvo mucha responsabilidad. En las memorias de Jordi Pujol se cuenta que Enrique Múgica visitó al rey y le propuso un gobierno presidido por un militar. El PSOE estaba moviéndole la silla al presidente del gobierno, así que, en primer lugar, que el PSOE no nos dé lecciones de democracia. Y en segundo lugar, sí, hubo dos golpes: el de los políticos inquietos como Múgica, el PSOE y el general Armada y luego el otro, la chapuza de Tejero, Miláns del Bosch y los servicios secretos. Fue tal esperpento la entrada de Tejero en el Congreso con su tricornio que dio la vuelta al mundo, agredió a Gutiérrez Mellado y todo eso se volvió contra ellos.

Pese a esto, la monarquía goza del apoyo popular.

Hay gente que se escuda diciendo que no es monárquica sino juancarlista debido al papel que tuvo tras la muerte de Franco, pero son los mismos que dicen que después de Juan Carlos, Felipe de Borbón, Letizia y todo lo que venga detrás. Es decir, no creo en el juancarlismo. Lo que creo es que hay mucho idiota por ahí que le gusta hacer reverencias. Lo que me indignó del miércoles fue la genuflexión de la presidenta del Parlamento Vasco. Es inadmisible que una persona que ha sido elegida democráticamente -en referencia a la presidenta- haga una reverencia a alguien que no ha sido elegido democráticamente. Arantza Quiroga, que a mí políticamente no me gusta absolutamente nada, no representa al PP, representa al Parlamento Vasco. Pero yo no me siento representado en absoluto en esa genuflexión vasallesca e inadmisible.

Pues esta Navidad, el mensaje real se verá por ETB.

Ese mensaje se podía ver en cualquier cadena o radio. Puedo entender que haya gente interesada, pero no es el caso, hasta en el pueblo más pequeño se podía ver. Ahora lo ponen todo en cadena. Critico dos cosas: la obligatoriedad de tener que chuparse el mensaje del rey el día 24 y que jamás haya saludado en euskera, catalán o en gallego. Podía decir: "Zorionak eta urte berri on". Ni siquiera ese gestito, que yo creo que va a hacer este año, con lo que comprobaremos que no lo hacía antes porque estaban muy cabreados porque no se retransmitía por ETB. Yo lo hubiera seguido sin transmitir, porque no aporta nada nuevo.

¿Qué le gustaría escuchar en este primer mensaje de ETB?

Me gustaría escuchar los mensajes de Navidad de Alberto II de Bélgica. Los del rey son un compendio de trivialidades y lugares comunes que no se moja para nada. Los de Alberto II, en cambio, les dice a los franceses que aprendan flamenco o que aprendan la historia del otro. No me imagino a Juan Carlos diciendo a los españoles que aprendan euskera, catalán o gallego. Escuchar al rey es escuchar una ponencia de banalidades que no valen para nada.

El periodista Enric González consideró el martes pasado "divertido" ver al rey en "Tengo una pregunta para usted". ¿Qué le preguntaría Iñaki Anasagasti?

¿Cómo es posible que usted, habiendo sido responsable del 23-F, acepte que todo el mundo diga que usted salvó la democracia? ¿Cómo es posible vivir en esa mentira?

Mentiras… ¿Cuál es la verdad?

El rey, con sus ligerezas, comportamiento crítico hacia los partidos políticos, llegó a crear un estado de opinión según el cual él estaría detrás de cualquier operación que sirviera para quitar a Adolfo Suárez. Jugó con fuego y estuvimos a punto de quemarnos todos.

Se han puesto de moda los juicios contra caricaturistas de Deia, los de "El Jueves" o Nicola Lococo. ¿Qué le parecen?

Creo que no va a haber juicios porque [la Casa Real] se ha dado cuenta de que ha metido la pata: un juicio de esos siempre se vuelve contra ellos. Van a tener que aguantar mucho. Se han dado cuenta de que tienen que controlar mucho más la opinión pública, pero no meterse en juicios porque les perjudica muchísimo. Sí creo que la monarquía, como decía Juan Luis Cebrián de forma un poco chulesca, "no resiste un editorial de El País", no resiste una crítica política y democrática. No la resiste.

¿Ve posibilidades de III República?

Debería haberla, porque es fácil. Aquí no se trata de un planteamiento cruento: la abolición de la monarquía del 31 fue tras unas elecciones municipales. Letizia Ortiz va a ayudar mucho a la destrucción de la monarquía, que parece que le han hecho una transfusión de sangre y ha pasado de ser una plebeya como lo somos todos a tener sangre azul y creerse San Dios. Creo que es más monárquica que el propio Felipe de Borbón y eso crea mucho anticuerpo.

A todo esto, ¿para qué sirve un rey en el siglo XXI?

Para reinaugurar aquariums.

¿Y Juan Carlos?

Para regatear en Mallorca en verano en el Bribón, que vaya nombrecitos tienen los barcos, Fortuna y Bribón.