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Entre el descaro y la desconfianza

Ibarrondo, Oier y Aitor Etxebarria y Arandia analizan para DEIA las finales del Cafés Baqué

Entre el descaro y la desconfianzaFOTO: JUAN LAZKANO

bilbao. "Va a ser dura". Coinciden los cuatro. Ander Arandia, Oier Etxebarria, Aitor Etxebarria y Gorka Ibarrondo opinan lo mismo, que cuando salten a la cancha del Ezkurdi de Durango el viernes, a partir de las 19.30 horas, tendrán que emplearse a fondo para aspirar a una de las txapelas con más solera del panorama manista aficionado, la del Cafés Baqué, torneo que ha congregado durante sus 28 años de existencia a campeones y finalistas que luego han dado el salto a profesionales. Ahí están los casos recientes de Elezkano II, Urrutikoetxea, Víctor, Ezkurdia, Gorka, Tainta, Jaka... Es el preludio de algo grande. Pues bien, entre la timidez, el descaro y la desconfianza, ninguno de los pelotaris es capaz de decantarse.

Arandia-oier Etxebarria

Encuentro de zagueros

Desvela Ander Arandia que la final del año pasado sí que "pudo enseñarme algo". El curso pasado el zaguero de Arrankudiaga cayó ante Jokin Altuna, de Amezketa, por 18-1. "Fue una final preciosa", dice Ander con ironía. Lo cierto es que el joven delantero hizo un partidazo en Iurreta y pasó por encima del zaguero vizcaino. De hecho, Aspe tiene depositadas muchas esperanzas en el puntillero de Zazpi Iturri, caladero de la promotora guipuzcoana sito en Amezketa. Aun así, a Arandia le toca olvidarse de tal afrenta un curso después. "Si hago mi juego, tengo posibilidades de ganar", revela. Lo cierto es que Arandia ha cambiado con respecto al curso pasado, su cuerpo va evolucionando y ha ganado unos kilos de peso (de 68 a 70 en un año) que pueden favorecer su pegada. Aun así, su camino en el Cafés Baqué, en el que "partía como favorito" no ha sido fácil: contra Otazua en Sestao se lució ganando 18-3, pero en semifinales le tocó sudar. "Contra Arrizabalaga tuve un partido complicado", afirma. Ganó 18-16 y el markinarra le hizo pelear.

Asimismo, califica el arrankudiagarra que la mayor virtud de Oier Etxebarria, su rival, es que "busca mucha altura y pone atrás la pelota". El lemoarra es un zaguero muy joven, apenas 16 años, pero prometedor. Tiene talla, planta y sabe pegar. "Es seguro", remacha Arandia. Las opciones de un pegador como Etxebarria pasan por mantener en el Ezkurdi a Arandia y a su diestra mirándole la espalda. Por ahora, analiza el lemoarra, "he jugado dos partidos y los he sacado adelante". Venció a Esain en cuartos (18-9) y aún más claro derrotó a Urizar en las semifinales (3-18). "Puede que él tenga el plus de la experiencia, pero si juego bien, tendré opciones", concreta Etxebarria.

Aitor Etxebarria-Ibarrondo

El resto determinará el duelo

Lo tiene claro Gorka Ibarrondo y lo dice con una pizca de descaro: "Aitor Etxebarria es un delantero peligroso. Su mayor virtud es el saque-remate, me va a poner atrás, voy a tener que restar bien y correr echando chispas al frontis". Ibarrondo, zaguero de talla, tiene delante a un adversario muy complicado, Aitor Etxebarria. El puntillero de Nabarniz es artista y también potente. En los últimos cursos está despegando. No obstante, Aitor concreta que "el punto fuerte de Ibarrondo es su resto; así que tendré que pelear".

Pero su contrincante sabe que "tendré que sudar y darlo todo, porque sino, será muy complicado ganar a Etxebarria". Ibarrondo y Etxebarria asomaban de inicio en el Cafés Baqué como cabezas de serie y cumplieron sus objetivos. El ciclón de Nabarniz tuvo un comienzo brillante y espeta que contra Elordi "tuve una semifinal dura"; mientras que Gorka ganó a Zubikarai y a Otaduy, que le dio mucha guerra.