BILBAO. Iñaki Garma (15-V III-1972)es un clásico en la pala. Lleva 20años de profesional, y compaginaser zaguero de nivel con la empresade suministros de forja que tienecon Urkia, llamada Urmafor.

Comienza en noviembre su vigésimatemporada como profesional...

Mi contrato termina en diciembrey después ya lo veremos. Mi intenciónes seguir si doy el nivel.

Pero con buenas sensaciones, ¿no?

Sí que ha habido muchos partidosen verano, pero yo no he jugadomuchos; lo cierto es que ha habidomuchos festivales, pero casi todospara los pelotaris de arriba. Yo nohe jugado mucho y he andado unpoco desencantado. También lo heacusado, porque he jugado al finalpoquitos partidos en tres meses.Así, en Bilbao he jugado pero sincomodidad, porque no tienes el ritmo.Ahora ya estoy mejor, porquehe estado entrenando más a gustoy, aunque perdimos el otro día, yavoy a mejor.

Aun así, llegó al verano con buenjuego y haciendo un gran papel conGalán en el Open Internacional.

Sí, pero a mí me pasa como a lamayoría de deportistas veteranos,que es difícil motivarse porque llevasmuchos años. Eso fue un retopersonal y así uno juega más. Alfinal, en teoría, eres inferior a loque parece y eso te motiva. TambiénManu jugó muy bien, aunquelamentablemente fastidiado con lalesión. Yo estoy muy contento conmi papel.

Me comenta que cuesta motivarse...

Eso pasa en general en todos losdeportes. Cuando eres joven no loentiendes, porque eres un enfermodel deporte. Yo cuando debuté coincidícon los mayores en el vestuarioyme decía: “Con las ganas que tengode jugar a esto y de triunfar,¡Cómo es posible que ya estén cansados!”.Al final, te haces mayor ylo entiendes. Es un tema lógico, porquefísicamente sufres más. No esque estés quemado, es que estássaturado. Y ese es el gran problema.Por esto también se retira gente quegana mucho dinero en otros deportesmuy joven. En el momento quete falta el hambre, no le ganas anadie.

A usted el hambre no le ha desaparecido,¿verdad?

No es como cuando eres joven, quela noche anterior visualizas el partidoy sabes cómo va a ser. Cuandojuegas con los mejores ya estás másmetido. No te lo tomas como antes.

Con cosas buenas y cosas malas.

Sí. Ahora ves el partido mejor quenunca, el problema es que el cuerpono te responde. Y cuando eresjoven te pasa al revés: tienes el cuerpocomo una moto, pero de cabezano estás bien, porque estás descerebrado.Ahora es cuando echasmano del cuerpo y te das cuenta.

¿Y cómo recuerda este tiempo?

Yo soy el único socio del Club, soyel único de la escuela del Club... Así que imagínese la cantidad de añosque llevo viendo pala. Desde el 87.Yo he visto jugar a Iturri, Beitia ydemás antes de retirarse.

¿Cómo se enganchó?

Todo fue a raíz de que mi hermanofuera palista profesional, que estuvodesde el 88 hasta el 94. Coincidimosunos meses juntos e, incluso,llegamos a jugar un torneo comopareja, aunque a él no le hizomucha gracia. Coincidimos y seretiró joven por temas laborales yde motivación. Así que llevo viendopala desde el 87. Y no solo eso, yohe sido juez de saque un par de añosy juez del cuatro, uno.De los 18 a los20. Coincidió con Manolo Iturri deintendente y el boom de Iturzaeta.

¡Le ha tocado hacer de todo!

Es que el Deportivo era como misegunda casa. Aquí había un clubjuvenil en el que había tele, futbolín y demás yme pasaba el día aquí.Además, tenía el frontón al lado. Ycuando mi hermano debutó meenganché a la pala.

Para seguir jugando tanto tiempohay que tener una gran pasión.

Sí. Además, con los años he idomejorando mi juego.Me he adaptadobastante bien en el frontón corto;a mí generalmente me gustaaprender y creo que cada año sepuede ir aprendiendo cosas, así queme gustó el reto. El mundo de lapelota es muy técnico y con los añospierdes y ganas cosas; aunque haygente como Urkijo, Ziskar, Luján...que tienen mi edad y están físicamentemuy bien.

¿Cómo ve los cambios imprimidospor Innpala?

Ha sido algo muy radical. No haycorredores, el sistema es distinto,no hay intendentes, las funcionesson de menos partidos, los sets... Esun cambio muy grande.

¿Cómo lo valora?

No sé. Aunque no estoy cerrado alas novedades. Está claro que la palaen el Deportivo no iba. El sistemaanterior no valía y había que haceralgo. Soy de los que piensan que lapelota no ha ido a la par de los tiemposy para mí la frase renovarse omorir es clarísima. No se ha avanzadocon los tiempos y había quehaber hecho más cosas antes; aligual que las instituciones sedebían de haber volcado antes.Siempre cuento que cuando erachaval me decían que dejara dejugar a esto que no tenía futuro yeso fue en el 88.

¿Cuáles han sido sus mejoresmomentos en la pala?

La verdad es que he pasado muchosy también muchos altibajos. Fíjese,he pasado por cinco empresas distintas. Pero lo mejor que he pasadoha sido en la época de Asegarce, laépoca del debut. Quizás porque fuelos años en los que estaba reciéndebutado y la pala estaba mejor.Asegarce entró muy fuerte y se veíaque había gente implicada en laempresa e, incluso, televisaron partidosen Telecinco. Y cuando reaparecícon Totorika también me fuebien.

¿Con qué pelotaris se queda?

Mi debilidad y el que más me hagustado de siempre es Goldarazena.

Para mí, estando bien de juego elquemás juega y ha jugado es PabloFusto. De zagueros, por otro lado,estarían Juan Pablo, WladimirLuján e Imanol Ibáñez. Después hahabido gente que ha jugado menos,pero ha habido un montón de pelotarisque han dado gran nivel. PeroGoldarazena...

¿Qué tenía?

Una pegada increíble y le daba muyfácil. Además, sotamaneaba muybien, empalaba fino y tenía unacolocación brutal.

¿Qué hay que hacer para aguantartanto tiempo? ¿Cuál es la recetapara seguir a buen nivel?

Pues ser constante y seguir y seguiry seguir. Y ser cabezón. Ser constantey cabezón. Insistir y nuncatirar la toalla. También tener afición,porque esto ha sido y es mivida.

¿Cómo se presenta el futuro?

Por de pronto el campeonato acabaen 15 de diciembre y a ver si podemosdar el nivel y ganar si podemos.Este año es más difícil porque elnivel se comprime más al habersolamente seis parejas en liza ysube el nivel medio de todos losaspirantes. También la gente estámejor puesta en el frontón corto.