Rahm reacciona a lo grande en el RBC Heritage
Firma la mejor vuelta de la segunda jornada con siete bajo par y se mete de nuevo en la lucha por el triunfo
Jon Rahm podría estar descansando esta semana después de haber ganado el Masters, pero quiso mantener el compromiso que había adquirido a principios de año con el atractivo RBC Heritage y una vez en Harbour Town, pese al cansancio físico y mental tras la semana más exigente de su carrera, trata de responder a su condición de número 1 del mundo, líder de la FedEx Cup y jugador de referencia en el PGA Tour y competir hasta donde le alcancen las fuerzas y su juego.
En la primera jornada del torneo de Carolina del Sur no apareció su mejor juego y salió ayer en el turno matinal con la necesidad de reaccionar para al menos pasar el corte. El golfista de Barrika recordó también en los días previos que siempre que sale a un campo lo hace para ganar y sabía que podía mejorar con el paso de los días. Fue dicho y hecho. Rahm firmó ayer la mejor vuelta del día al cierre de esta edición con 64 golpes, siete bajo par, y subió cerca de 80 puestos en la clasificación para situarse a apenas un golpe del Top 10 y a tres del segundo lugar que comparten Scottie Scheffler y Justin Rose. El líder en la Casa Club era Jimmy Walker, veterano estadounidense que no gana un torneo desde hace más de seis años y que se encuentra ante una oportunidad inesperada a estas alturas de su carrera, en la que incluso se planteaba la retirada.
Jon Rahm disipó las dudas con un brillante arranque de recorrido en el que enlazó cuatro birdies seguidos del hoyo 11 al 14. En ese momento, sus hierros estaban encendidos y las oportunidades de birdie se sucedieron y fueron acompañadas por el acierto con el putt. En el 14, incluso, embocó desde casi diez metros. Se llegó a una situación curiosa ya que sus dos compañeros de partidos, Jordan Spieth y Adam Scott, también llevaban cuatro golpes bajo par en los cinco primeros hoyos. A partir de ahí, el último chaqueta verde mantuvo la solidez en su juego, pese a algunos problemas en los golpes desde el tee en un campo estrecho que penaliza a quienes no toman la línea recta o que quieren ir demasiado largo. Solo cogió ocho de las catorce calles. “Después del tercer hoyo bromeé con Adam (Hayes, su caddie) y le dije que era el peor de este grupo y estaba en -2. Menos mal que luego metí otros dos más y ese comienzo fue clave”, comentó tras su ronda de ayer.
Reto mental
En los golpes de aproximación, estuvo soberbio, como refleja que fuera el segundo mejor jugador del día en golpes ganados en ese segmento del juego. Apenas se dejo tres greenes en regulación y con el putt, fue el quinto mejor de la jornada y la suma de esos dos aspectos le procuró otros tres birdies más en el 2, el 5 y el 6 para rescatar sus opciones de brillar de nuevo en el fin de semana en un torneo que para Rahm resulta un reto novedoso. “Es más fácil recuperarse de una victoria mentalmente, pero también es difícil después de lo ocurrido. Estoy tratando de concentrarme en el día a día, pero es inevitable que la cabeza se vaya a lo que hice la semana pasada”, admitió.
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