Bilbao - El Universitario Bilbao se encuentra a un partido del ascenso a División de Honor B, la segunda categoría del rugby estatal. Está a ochenta minutos de regresar a un peldaño al que estuvo a punto de subir en el pasado play-off, cuando una dolorosa derrota ante el Oviedo le mandó de nuevo a Liga Vasca. Sin embargo, la creación de una nueva liga sub’23, aprobada por la Federación Española para que los filiales de la Liga Heineken puedan competir entre sí, reinició de nuevo las posibilidades del conjunto bilbaino. “Hay dos equipos de Honor B, el Valladolid Rugby B y El Salvador, que dejan esta competición para ir a la sub’23, es decir, dejan dos vacantes. Una es para el Vigo, que era un recién descendido, y la otra nos la jugaremos el tercer y el cuarto equipo”, explica Beñat Lavín, director deportivo del Universitario. Y el tercer y el cuarto equipo de la pasada promoción de ascenso son el club bilbaino y el Ferrol. Ambos se enfrentarán el sábado (18.00 horas, Avilés), a partido único, quién merece subir de categoría.

Este encuentro cambió por completo la planificación del curso para el Universitario: “Es raro jugarse la temporada tan pronto, si ganamos estaremos en Honor B, si no, en Liga Vasca. Por eso, más que física y tácticamente, a los jugadores hay que prepararlos psicológicamente para este reto”, mantiene Lavín. Y es que enfrente tendrán a un Ferrol duro y con experiencia en estas lides. “Es un clásico en pelear por el ascenso, tiene unos delanteros grandes y jugadores muy determinantes atrás, tienen una forma de jugar muy propia a la que tenemos que adaptarnos”, prosigue el director deportivo. Así que, Lavín tiene claro que la clave de la victoria estará en neutralizar el poderío físico de los gallegos: “Si tienen en balón nos pueden hacer daño, así que la idea es controlar el tiempo, el ritmo de juego y hacerles moverse mucho, circular el oval y dar muchos apoyos en defensa”.