bilbao - Rafa Nadal adivinaba un triunfo rutinario ante Nikoloz Basilashvili en los octavos de final del US Open cuando dominaba por 6-3 y 6-3, pero el georgiano decidió morir matando, facturó 53 golpes ganadores, y le obligó a llegar a un cuarto set (6-7 y 6-4) para meterse por octava vez en su carrera en cuartos del Grand Slam neoyorquino, donde le espera Dominic Thiem, al que ya derrotó en la final de Roland Garros. Pero el austriaco, que ayer dejó fuera en tres sets al sudafricano Kevin Anderson, el finalista del año pasado, es uno de los tres jugadores que ha ganado este año a Nadal: lo hizo en Madrid. Será el primer enfrentamiento entre ambos fuera de la tierra batida.
El campeón bajó sus prestaciones en el inicio del tercer set y eso le complicó la vida y le obligó a un sobreesfuerzo. Sin embargo, no acusó, al menos de forma visible, las molestias en el tendón rotuliano que provocaron un susto en su anterior duelo ante Khachanov, pero sabe que Thiem supondrá un duro escollo ya que su juego va de menos a más en Nueva York. “Espero sentirme mejor que hoy y elevar mi nivel”, comentó Nadal, que admitió que el gasto físico de esta semana en Nueva York “se va notando en partidos tan exigentes”.
En el torneo femenino, en el que ninguna de las ganadoras de Grand Slam de este año logró pasar de la tercera ronda, Serena Williams sigue su camino y tras eliminar con algún apuro a la estonia Kaia Kanepi (6-0, 4-6 y 6-3) se medirá en cuartos de final a la checa Karolina Pliskova en un partido de altísimo nivel.