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La gran liberación de Jon Santacana

El donostiarra y su guía, Miguel Galindo, logran la medalla de plata en la supercombinada tras rozar dos veces el podio de Pyeongchang

La gran liberación de Jon SantacanaEFE

bilbao - En los Juegos Paralímpicos de Pyeongchang, Jon Santacana había rozado el podio dos veces. Y ayer, por fin, se colgó una medalla. El esquiador donostiarra finalizó cuarto en las dos primeras pruebas que disputó en Corea del Sur, descenso y supergigante, pero se desquitó con una merecida medalla de plata en la competición de supercombinada. Mucho había hablado el deportista de Basque Team de la presión a la que estaban sometidos él y su guía Miguel Galindo. De las altas expectativas que se habían puesto en la pareja más laureada del deporte paralímpico estatal. Así que cuando Santacana acabó la prueba y escuchó por megafonía su tiempo final, solo pudo sonreír. Se había quitado un peso de encima. “La medalla es una liberación por el resultado, pero sobre todo porque hemos afrontado la carrera de otra manera, sin tanta presión, sin dar tantas vueltas y sin tanta importancia extra”, dijo el donostiarra. El propio esquiador reconoció que los dos cuartos puestos anteriores le habían dejado un regusto amargo en la boca por el apremio que sentía por sumar cuanto antes la que ya es su novena medalla paralímpica: “Esta plata nos la merecíamos por lo que hemos sufrido. Ha sido tremendamente duro llegar aquí. Solo llegar era un éxito ya y por fin nos hemos liberado”.

A sus 37 años, Santacana se enfrenta a los que serán sus últimos Juegos Paralímpicos. Sabe que cada prueba es una despedida y, por eso solo se queda con las sensaciones, no con los números. Sin embargo, lo cierto es que la plata de la supercombinada estuvo apunto de convertirse en oro puesto que la pareja se quedó a tan solo 91 centésimas del tiempo firmado por los eslovacos Miroslav Haraus y Maros Hudik, campeones. Porque el donostiarra fue de menos a más en la prueba, compuesta por dos mangas: la primera, de supergigante y, la segunda, de eslalon. Y la suma de ambos tiempos como resultado final. Así pues, Santacana y Galindo marcaron el tercer mejor crono de la primera bajada (1:27.34), así que el deportista de Basque Team se lanzó a por el segundo descenso del día, el del eslalon, y se lució (47,79 segundos). Directo a la segunda plaza. De hecho, Santacana y Galindo recortaron tiempo a Haraus y Hudik, pero no lo suficiente para arrebatarles la primera posición en la general. No pasaba nada, en su despedida, eran medalla de plata. “Nos merecíamos este final. Nos llevamos un alegrón porque era difícil estar en las medallas, pero ganar una plata es una pasada. Ahora estamos más tranquilos y si afrontamos la carrera como hoy pueden pasar mil cosas el próximo día”, reconoció Santacana.

Restan dos pruebas Desterrada la presión, a Santacana y Galindo les quedan todavía dos pruebas en estos Juegos de Pyeongchang: eslalon (hoy) y supergigante (el próximo sábado). Sin embargo, con una plata ya colgada al cuello, reconocen que el tiempo que les queda en esta cita olímpica, la última de su carrera profesional, lo van a dedicar simplemente a disfrutar. “Esta medalla nos da tranquilidad porque pase lo que pase en las dos pruebas, esto ya es un éxito. Podremos no hacer nada en las otras dos carreras y esto seguiría siendo un grandísimo éxito. Todo lo que venga después es un extra. Es de los mejores finales que podíamos soñar porque no era nada fácil”, concluyó Galindo.