Nuevo míster, nueva derrota
el zuazo cae ante un intenso granollers en el estreno de aritz álvarez en el banquillo rojinegro y se aleja mucho de sus aspiraciones europeas
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Granollers31
ZUAZO: Luján (4), Elicegui, Velasco, Hernández (5), Manrique, Gil, Temprano, Elorza, Valdivia (6), Aalla, P. Buforn (5), Paranhos de Oliveira (3), Marcio, Berastain, De Andrés (2) y González de Garibay (2).
GRANOLLERS: De la Torre, Vizuete (9), Gassama (4), Matthijs (4), Sarandeva, Morales, Monros, Vegue, González (5), Rojas (2), Corbera, Vázquez (2), Ballesteros (4) y Prelchi (1).
Parciales: 2-5, 4-8, 5-11, 11-15, 13-17, 16-19 (al descanso); 18-22, 19-23, 22-24, 24-27, 27-31.
Árbitros: Alejandro Hoz y Axel Riloba excluyeron a las locales Elorza (2) y González de Garibay; y a Gassama, Matthijs y Prelchi del Granollers.
Incidencias: Unos 200 espectadores en Lasesarre.
bilbao - Aritz Álvarez debutó ayer como técnico del Zuazo, lo hizo en Lasesarre, frente al Granollers y ante su público. Y lo hizo con una merecida derrota. Tras la marcha de Juanjo González, el técnico leiotarra se hizo a comienzos de semana con las riendas del conjunto rojinegro y, sin apenas tiempo ni entrenamientos para explicar sus ideas, perdió dos puntos ante un Granollers intenso y arrollador, que se llevó merecidamente la victoria del polideportivo barakaldarra.
De esta forma, el Zuazo se complica mucho el objetivo del inicio de temporada de acceder a competición europea, puesto que a su derrota se le unió la victoria ante el Málaga del Aula de Valladolid (26-22), conjunto que ocupa la cuarta y última plaza con billete continental y que ahora se aleja seis puntos de las rojinegras.
Pronto se supo que el de ayer no iba a ser el mejor partido del Zuazo, ni de lejos. De hecho, la poca efectividad en ataque de las rojinegras mermó mucho su comienzo, por lo que el Granollers aprovechó para poner tierra de por medio ya desde el primer parcial. Cuatro tantos de distancia que se mantendrían gran parte del encuentro y, sobre todo, al final de él. El conjunto catalán, con el viento a favor y las velas izadas, impuso un ritmo trepidante que impedía al Zuazo remar con fluidez contracorriente. Hubo momentos de gran calidad en el juego local. Destellos de lo que quiere hacer Álvarez con su equipo. Sin embargo, fueron insuficientes para remontar el desastre de la primera mitad. Con todo, las rojinegras no desistieron en su empeño e intentaron al menos la igualada. Un punto que les dejara una dulce sensación. Pero no pudo ser y la bocina final llegó con una derrota inapelable, contundente y merecida, ante un Granollers mucho mejor sobre el parqué y que pone el objetivo europeo ya como una utopía.