Francia23

España27

FRANCIA: Gerard; Porte (3), Mem (1), Dipanda (1), Sorhaindo (6), Nikola Karabatic (3) y Guigou (1) -equipo inicial-. Dumoulin (ps), Remili, Lagarde (3), Mahe (3, 2p), Abalo (1), Luka Karabatic, Claire, Tournat y Caucheteux (1p).

ESPAÑA: Corrales; Solé (7, 6p), Gurbindo (2), Sarmiento (3), Raúl Entrerríos (6), Valero Rivera (1) y Aginagalde (2) -equipo inicial-. Sterbik (ps), Balaguer (1), Alex Dujshebaev (1), Cañellas (2), Morros, Goñi, Ariño (1), Gedeón Guardiola y Figueras (1).

Parciales: 2-2, 3-5, 6-7, 8-9, 8-10 y 9-15 (Descanso); 12-18, 13-20, 15-23, 19-23, 20-24 y 23-27 (Final)

Árbitros: Nachevski y Nikolov (Macedonia). Excluyeron por dos minutos a Porte, Dipanda, Lagarde y Nikola Karabatic, por Francia; y a Morros, Balaguer, Alex Dujshebaev y Sarmiento, por España.

Incidencias: Primera semifinal del Europeo de Croacia 2018 disputada en el Arena de Zagreb ante unos 6.000 espectadores.

zagreb - La selección española de balonmano volverá a disputar de nuevo dos años después la final del Campeonato de Europa, tras vencer por 23-27 a Francia en un partido de semifinales en el que se impuso la inteligencia al músculo. Una formula que habitualmente había sido insuficiente para doblegar al todopoderoso conjunto francés, que ya apeó a España de la final en el Europeo de Dinamarca 2014 y en el Mundial de Catar 2015. Pero esta selección francesa, pese a la vitola de campeona del mundo, no es el dominante equipo que durante años gobernó el balonmano mundial.

Defender, defender y defender. Los internacionales españoles nunca tuvieron ninguna duda, el único verbo posible de conjugar para derrotar al gigante galo era defender en todas sus posibles variaciones. Una tarea a la que el conjunto español se aplicó sin escatimar esfuerzos desde el primer minuto. Liderada por Viran Morros y Gedeón Guardiola, la defensa 6-0 española no tardó en generar problemas a un ataque francés en el que, como ha ocurrido a lo largo de todo el Europeo, Nikola Karabatic pareció más cómodo en labores de asistente que en las de goleador.

Todo lo contrario que Eduardo Gurbindo, que si en anteriores campeonatos se ha centrado en hacer fluir el juego con sus siempre inteligentes pases, en Croacia no desaprovecha ninguna ocasión para anotar gol. De hecho, un tanto suyo permitió a España adquirir a los diez minutos una renta de tres goles (3-6). Un tanteador que hizo reaccionar rápidamente al equipo francés, que recurrió a una de sus habituales armas, la velocidad. Pero los de Jordi Ribera se mostraron como un equipo maduro, curtido. Múltiples cambios, cruces y permutas que permitieron a España encontrar siempre el camino hacia el gol o bien forzar lanzamientos de penalti, una faceta en la que Ferrán Solé dio todo un cursillo de precisión y variedad en la primera parte al anotar los cuatro que intentó.

Todo lo contrario que Francia, que se topó con la imponente figura de Arpad Sterbik, el sustituto del lesionado Gonzalo Pérez de Vargas, que detuvo dos penas máximas consecutivas que acabaron por desconcertar al gigante francés. Dudas que no desaprovechó la selección española para cerrar el primer tiempo con seis goles de ventaja (9-15) que parecían hacer factible el sueño de la final. Dos goles consecutivos de Karabatic, que cerró el primer tiempo con tan solo una diana, parecieron revivir a la selección francesa, pero ni por esas se derrumbó el conjunto español, que superados los diez primeros minutos de la segunda mitad no sólo conservaba la renta, sino que la amplió (13-21).

Esa renta no evitó los agobios finales ante la irrupción de un Romain Lagarde y, sobre todo, de un Luc Abalo que recordó por momentos al supersónico jugador que asombró durante años, y cuyas carrera permitieron a Francia situarse a tres goles (20-23) a nueve minutos para la conclusión. Un momento de dudas para España que se encargaron de resolver el portero Rodrigo Corrales con soberbias paradas a Abalo y Nikola Karabatic, y, sobre todo, los defensores Viran Morros y Gedeón Guardiola, que con dos blocajes consecutivos permitieron a España alcanzar los últimos cuatro minutos con cuatro goles de ventaja (20-24).

España, pese a su empeño en errar lanzamientos de penalti, supo conservar esa renta hasta el final para imponerse por 23-27 y lograr por quinta vez en su historia el pase a la final continental, la segunda de manera consecutiva. Se jugará el oro ante Suecia, que ganó en la prorroga a Dinamarca (35-34).