bilbao - “2018 será una temporada histórica”, redundan desde el seno del Red Bull Cliff Diving, el circuito mundial de clavadistas, la máxima expresión de saltos de altura al agua. Lo es porque el evento toca a su décima edición. Y dentro de ese marco histórico para la competición aparece Bilbao, ciudad para la que 2018 también será especial por la cantidad y magnitud de los eventos que atraerá, entre ellos, una de las pruebas del certamen mundial que patrocina la marca de bebidas energéticas. El 30 de junio, la villa bilbaina será sede de la competición. Después de acoger dos ediciones, 2014 y 2015 -que además fueron las finales del certamen-, y tras dos años de ausencia, los mejores clavadistas del mundo volverán a la ría de Bilbao para hacer las delicias del público con saltos desde 27 metros y piruetas de ensueño al alcance de unos pocos seres humanos.

Para el décimo aniversario de las series mundiales del Red Bull Cliff Diving, la organización se ha decantado por un calendario de siete pruebas, siete estaciones que son a la par siete localizaciones diferentes. La estación de Bilbao será la segunda, el 30 de junio, después de que el circuito mundial de 2018 se estrene el 2 de junio en Possum Kingdom Lake, Texas, Estados Unidos. Concretamente, la cita bilbaina será la segunda del calendario, pero la primera de las seis pruebas que se celebrarán en Europa. Tras Bilbao llegarán Azores (Portugal), Sisikon (Suiza), Copenhague (Dinamarca), Mostar (Bosnia y Herzegovina) y cerrará la temporada el escenario de Polignano a Mare (Italia).

La razón de que Bilbao sea sede es que aglutina las condiciones necesarias: da la posibilidad de instalar una plataforma a 27 metros con caída al agua, posee los cuatro o cinco metros de fondo de mar necesarios, ofrece un “marco incomparable” además de urbano (la organización, al conformar el calendario persigue la variedad de escenarios en este sentido) y además atesora el valor añadido de los antecedentes.

Bilbao, “una maravilla” La experiencia de Red Bull en las visitas anteriores a Bilbao es catalogada de “maravillosa, súper positiva, con una ciudad volcada de forma espectacular con el evento”. De hecho, según los datos registrados por la organización y de los cuales se congratulan, en la edición de 2014 se contabilizaron unos 52.000 espectadores a lo largo de los cuatro días de competición; ya en 2015 la cifra ascendió hasta los 60.000, y se espera que el número siga creciendo en 2018, habida cuenta de que el evento ha ganado reputación entre la ciudadanía vizcaina con las visitas que anteceden, un tesoro a la hora de ejercer la elección de las sedes por parte de Red Bull.

“Para nosotros es un placer poder confirmar que Bilbao será una de las paradas del circuito. A pesar de que no ha acogido el evento en los dos últimos años, porque las sedes van cambiando para acercar esta disciplina a todo el mundo, la experiencia fue muy positiva en el pasado, y la idea siempre ha sido volver algún día”, explican desde Red Bull, donde destacan sobremanera precisamente la acogida de la ciudad.

La exclusividad de este evento deportivo viene dada de la mano de las escasas personas dispuestas y capacitadas en todo el mundo para afrontar semejante reto de saltar desde una elevada plataforma -de 27 metros de altura para los hombres y de 21 para las mujeres- realizando acrobacias a velocidades que oscilan los 85 kilómetros por hora hasta zambullirse en ríos, lagos o mares. De hecho, en su espacio digital, el Red Bull Cliff Diving únicamente presenta a siete mujeres y diez hombres como miembros permanentes de las series mundiales; los demás participantes acuden a los eventos como saltadores invitados. Por tanto, ver en directo a los mejores clavadistas del mundo es una cuestión muy selecta.

Si bien, en el caso de las paradas de España y Dinamarca, por las características de sus localizaciones, únicamente habrá competición masculina; en el resto de enclaves también se desarrolla la competición femenina, que, por tanto, consta de cinco pruebas en el circuito mundial. El motivo, tal y como apuntan desde Red Bull, es la imposibilidad de montar una estructura de 21 metros. “Es una cuestión técnica”, señalan. El escenario, al igual que en 2014 y 2015, será el puente bilbaino de La Salve, donde concretamente se citarán catorce clavadistas, entre ellos el vigente campeón de las series mundiales, el mexicano residente en Madrid Jonathan Paredes.

Este evento deportivo se suma de esta manera a los que en 2018 ya tenía previsto acoger Bilbao: las finales de las máximas competiciones europeas de rugby y una etapa de la Vuelta a España. Un año histórico para la capital vizcaina.