bilbao - Venus Williams se tomó la revancha de su derrota en la final de Wimbledon y despidió a Garbiñe Muguruza de las Finales WTA de Singapur. Será la veterana estadounidense, ya campeona del torneo en 2008, la que avance a las semifinales de mañana junto a Karolina Pliskova, que ha acabado como primera de grupo aunque cayó ayer ante Jelena Ostapenko en un partido de trámite. Sus rivales saldrán de los últimos duelos de hoy en el Grupo Blanco. Con Caroline Wozniacki ya clasificada, la cuarta semifinalista será Simona Halep, Caroline Garcia o Elina Svitolina, esta con muchas menos opciones.

Muguruza cedió por 7-5 y 6-4 tras una hora y 41 minutos en un partido en el que le faltó convicción y cierta chispa en sus golpes para superar a una Venus que sacó toda su ansia competitiva y jugó a un nivel excelente. La de Caracas, por su parte, no ha podido dar continuidad a su buen inicio ante Jelena Ostapenko y a la hora de la verdad ha acusado la tensión en una cita en la que nadie hace regalos.

Garbiñe Muguruza salió decidida a proponer un partido de desgaste, pero todos los puntos decisivos cayeron del lado de la jugadora de 37 años. La vasco-venezolana tuvo ventaja de 4-3 y saque en los dos sets y en ningún caso pudo hacerlas buenas porque se le encogió el brazo y le fallaron la derecha, uno de sus mejores golpes, y el servicio por lo que apenas pudo llevar la iniciativa y abrir más hueco ante Venus Williams, que se fajó como si tuviera diez años menos. Muguruza acumuló al final 32 errores no forzados, muchos de los cuales acabaron en la red.

La estadounidense supo entender la debilidad que había al otro lado de la red y, con un sentido táctico poco habitual, actuó con paciencia y gran precisión en aquellos juegos en los que podía ceder mucho terreno. “He podido recuperar todas las roturas que he tenido y creo que he hecho lo que tenía que hacer para derrotar a una jugadora increíble”, comentó Venus Williams, que llegó a Singapur sin haber logrado ningún título este año y se ha visto ante la oportunidad de pelear incluso por el número 1 del mundo siendo la tercera jugadora más veterana de la historia que disputa el antiguo torneo de las maestras.

sin decepción Para Garbiñe Muguruza la derrota supuso un final indeseado para la, pese a todo, mejor temporada de su carrera que le ha hecho merecer el título de mejor jugadora en el circuito de la WTA. Por segundo año seguido, cae en la fase de grupos y pierde todas sus opciones de acabar el año como número 1 del mundo, una posición que ocupó durante cuatro semanas. “Simplemente, no he sabido ser tan definitiva ni crearme más oportunidades. He intentado no frustrarme ni gastar demasiada energía en pensar. Nos hemos roto mucho el saque, los puntos claves han sido largos, algo raros... No me he notado fuera en ningún momento, ha estado bastante apretado”, explicó la de Caracas tras una derrota “que no me tomo como una decepción” ni cambia su percepción de que ha tenido “un gran año”.

“Estar aquí era un objetivo cumplido y quería acabar con un broche de oro la temporada, pero? Aún así, me voy contenta de aquí”, aseguró Garbiñe Muguruza. “Para mí este año ha sido un éxito. No es fácil volver a estar entre las mejores, ganar un Grand Slam, alcanzar el número 1? Eso es con lo que me quedo yo, con diferencia. ¿Para el año que viene? Me gustaría volver a estar entre las primeras, otro cambio, otro extra, y volver a vernos aquí”, cerró como balance de un curso en el que ha dado un paso adelante hacia la regularidad.