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Asier Olaizola, el sacrificado

El de Goizueta, un clásico en el Cuatro y Medio, acepta resignado su exclusión

Asier Olaizola, el sacrificadofoto: javi colmenero

BILBAO. La prolongación del campeonato de Parejas y el consecuente recorte del Cuatro y Medio han provocado una drástica reducción en el número de participantes, restando dos por promotora, y algunos de los pelotaris cuya presencia en este torneo parecía casi indiscutible han quedado fuera de la convocatoria. Es el caso de Asier Olaizola, principal damnificado de Asegarce, que se había acostumbrado a las reducidas dimensiones de la jaula puesto que su nombre era una constante en sus emparejamientos desde hace algo más de quince años. Y es que el delantero ha participado en tantas ediciones que ni siquiera él mismo lleva la cuenta. Sin embargo, los cambios recientes mandan y el pelotari navarro encajó, con más resignación que tristeza, la decisión de la agencia bilbaina de dejarle fuera: "Es una distancia donde nunca me he desenvuelto muy bien, pero siempre da pena quedarse fuera de una competición", admitió.

Si bien es cierto que su ausencia en este torneo ha trastocado los planes previstos por el propio pelotari para esta temporada, Olaizola I se niega a cambiar su actitud positiva y mucho menos dinámica de trabajo: "Da rabia no participar en el Cuatro y Medio pero una vez aceptado, mi objetivo es entrenar a tope y jugar partidos de parejas". Porque aún le resta un año de contrato y, aunque todavía desconoce si Asegarce le propondrá prolongarlo, el navarro sabe que su futuro todavía continúa ligado a los frontones. Por eso, a pesar del palo sufrido por su destierro de la jaula, el veterano aún guarda la ilusión y las ganas de quien empieza: "Aunque tengo ya 36 años no me pongo límites", confesó al hablar de su porvenir.

"Está claro que las empresas, como norma, dan opciones a los pelotaris jóvenes", explicó Olaizola. Y es que, según el propio pelotari, es su edad la que le ha privado de participar en una nueva edición del Cuatro y Medio, ya que la única plaza vacante, que se debatía entre él y joven Mikel Urrutikoetxea, acabó llevándosela el delantero vizcaino de 22 años, a pesar de que acaba salir recientemente de una lesión y aún se desconoce cómo llegará al primer encuentro que le enfrenta contra el férreo Lasa.

Sin embargo, aunque Olaizola I no haya entrado en la convocatoria para la competición acotada por excelencia, su presencia en el frontón está asegurada como botillero de su hermano, Aimar Olaizola, pelotari en activo con más txapelas de este torneo y uno de los principales favoritos para llevarse el 27 de noviembre el premio de vencedor. Así, aunque en esta ocasión sea desde un asiento, Asier volverá a ser protagonista del Cuatro y Medio, aunque ahora oculto tras la sombra de su hermano. La dilatada experiencia del pelotari navarro en esta competición le otorga una visión más amplia y un conocimiento detallado de cómo se desarrollan cada uno de los emparejamientos de la jaula y, por ello, no duda en sentar las bases de cómo será en esta edición: "En el Cuatro y Medio la gente suele dar más guerra, pero creo que aunque los primeros enfrentamientos van a estar bastante nivelados, arriba se va a poder ver que hay un escalón más de calidad".

Los favoritos

La familia tira demasiado por lo que no es ningún secreto que el favorito de Olaizola I sea el pelotari con quien comparte promotora y apellido en la camiseta, pero independientemente de los lazos fraternales, Asier parece tener ya la quiniela preparada: "Los favoritos son los de siempre: Olaizola II, Irujo, Bengoetxea... Casi siempre hay alguna sorpresa, pero entre ellos andará la victoria", sentenció el pelotari navarro. Un grupo de privilegiados manistas que sobresalen sobre el resto, un conjunto de elegidos cuya calidad deja en ridículo al más preparado de los pelotaris, una comunidad selecta a la que Asier Olaizola cree que no volverá jamás, tal y como admitió con humildad: "Sinceramente, si este año no me han metido en la convocatoria, no creo que el año que viene entre de nuevo". Porque aunque el navarro suple su veteranía con esfuerzo y ganas, es consciente de que, con el tiempo y tal y como ha pasado con el Cuatro y Medio, la juventud pide paso y, de acuerdo a esto, las promotoras toman decisiones que "nos guste o no, las tenemos que aceptar, con resignación sí, pero las tenemos que aceptar".