"Larri" y Murgoitio no paran
El alavés gana por tercera vez consecutiva la Copa de España tras acabar segundo en la última prueba de Alcobendas que gobernó el de Abadiño
bilbao. No hay barro. No hay tierra. No hay arena. No hay asfalto. Faltan menos de tres vueltas para que la última prueba de la Copa de España, la de Alcobendas, elija al ganador final y Javier Ruiz de Larrinaga, defensor del título y líder en ese momento, ha simplificado el mundo, el barro, la tierra, la arena y el asfalto, a una mínima expresión numérica. Los campeones son producto de la sinergia entre piernas, motor y cabeza. El alavés tiene piernas y motor, pero su fortaleza es un coco privilegiado que calcula, que razona, que reflexiona y selecciona siempre el camino correcto, la línea recta, al éxito. Piensa Larrinaga mientras pedalea en los estertores de la cita madrileña de manera matemática, racional. Se repite mientras la agitación de las pulsaciones le recuerda lo que se juega: vale con ser segundo, con acabar emparedado entre Isaac Suárez y Egoitz Murgoitio, que le rodean en ese momento.
La escena es de una intensidad tremenda. Es un impasse después de una salida meteórica y demoledora de Isaac Suárez que dejó anclado a Murgoitio porque volvió a sufrir problemas mecánicos. Tras rehacerse el de Abadiño, lo que demuestra su portentoso estado de forma, tras resistir Larrinaga en el límite del sufrimiento las cornadas del cántabro, todo está como al principio a dos vueltas y media del final.
Así se resuelve todo. Suárez vuelve a la carga con una brutalidad encomiable y no menos mala suerte. En una curva que toma seguido de cerca por sus dos rivales, se le sale el tubular y cae irremediablemente al suelo. No hay compasión.
Murgoitio y Larrinaga aprovechan su dicha. Ya no hay cálculo ni conjeturas. Solo prisa. Al alavés le vale lo que sucede porque Suárez tarda un mundo en rehacerse; al vizcaino se le ha limpiado el camino hacia una nueva victoria. Es lo que ocurre. En la subida final, Larrinaga, que no ha sentido las punzadas de su maltrecho codo derecho durante toda la carrera -"el dolor se olvida", dice luego-, se entrega finalmente a la irresistible zancada de Murgoitio.
"Siempre te queda la pena de no haber podido redondear el día con un triunfo", explica por la tarde Larrinaga; "pero lo cierto es que el objetivo principal está cumplido: vuelvo a ganar la Copa de España". Por tercera vez consecutiva para cerrar una primera mitad de temporada increíble con ocho triunfos, el título alavés, la Copa de España y el 20º puesto en la Copa del Mundo de Igorre, "la mejor evidencia de que sigo progresando".
En sub"23, Dani Ruiz se llevó la última prueba y la general final. También brillaron los junior: Eider Merino ganó en Alcobendas y Jonathan Lastra fue segundo.
Aitor Hernández, en Zeberio En Zeberio, Aitor Hernández logró su primera victoria en la temporada de ciclocross al adjudicarse con autoridad la prueba de Zeberio. Xabier García, Iñaki Lejarreta, David Seco y Unai Yus se clasificaron a continuación. Nys se impuso en Overijse.