Síguenos en redes sociales:

Telele

Ana Rosa fracasada

"La señora Quintana es un diplodocus de la tele y no por la edad, sino porque su modelo audiovisual caducó hace una década"

Ana Rosa fracasadaCedida

Tras poco más de un año de fracaso por las tardes en Telecinco, donde casi nunca pudo con Sonsoles Ónega, Ana Rosa regresa hoy a sus mañanas. ¿Pierde o gana en el viraje?

La señora Quintana es un diplodocus de la tele y no por la edad, sino porque su modelo audiovisual caducó hace una década y su credibilidad quedó revocada tras ser descubierta como plagiaria parcial de una novela de dos autoras que publicó a su nombre, tramposamente.

El cambio de horario es insignificante y todo, audiencias y estilo, continuarán igual, punto arriba o abajo. El riesgo para Mediaset es que dado el sesgo pepero de la presentadora y su mostrenco politiqueo altere el equilibro informativo que la cadena trata de mantener en la actual ola de populismo séptico y que Carlos Franganillo, María Casado y David Cantero sostienen frente a la delirante estrategia neofranquista de Antena 3 con Vicente Vallés, la degeneración tras 35 años.

El telespectador de las mañanas se mueve entre el café, el puchero y el súper, es disperso y atareado, mientras que el público de la tarde se sitúa entre la siesta y el tedio. ¡La tele es la obligación del entretenimiento!

Quintana volverá a probar la hiel del desencanto y la cadena habrá hecho un movimiento infértil para conseguir apenas nada. Quizás su fiasco contribuya a lo inevitable y lleve a la jubilación a la presentadora, antes de que se vea obligada a salir por la puerta trasera al olvido y sus negocios oscuros.

Consumo televisivo

¿Por qué escribes de algo tan banal como la tele?, me amonestan los amigos. Porque es sociología pura y, descontando el sueño y el trabajo, a ninguna otra actividad dedica la gente una media de cuatro horas (hasta ocho los mayores) todos y cada uno de los días, con lo que eso significa de poder de influencia y control. La realidad va a la deriva.