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Mesa de Redacción

Jose Uriarte

Metáfora de Europa

LA han visto cientos de veces. En innumerables fotografías e imágenes de televisión. Cada vez que el Banco Central Europeo proporcionaba una información o un sucedáneo de noticia. Se erige ahí, delante del edificio que durante década y media de este siglo albergó la institución rectora de la economía europea. La misma que desde su nueva sede junto al río Meno –de caudales va la historia– ha subido los tipos, y en consecuencia las hipotecas, como ¿remedio? al alza de los precios. Es la mayúscula redonda y azul salpicada de estrellas amarillas de una letra, la E, que también representa a Europa pese a tener origen semítico, afroasiático, como muchos de los inmigrantes a quienes esta no deja entrar. Y no hay casualidad en que esa misma sigla defina a Europa y su moneda. La escultura del euro, que creó en 2001 otro alemán, Ottmar Hörl, para reflejar la unidad monetaria, está emplazada en Frankfurt, en la plaza Willy Brandt, ex alcalde de Berlín y ex canciller germano cuya capacidad de distensión frente a Moscú y su órbita echa en falta hoy una UE con la guerra a las puertas. Sus 14 metros y 50 toneladas son patrimonio europeo pero propiedad privada. ¡Vaya metáfora! Pertenece al Frankfurter Kultur Komitee, entidad sin ánimo de lucro que ya no puede afrontar su mantenimiento. Así que será subastada en otoño, estación anunciada para casi todos los males. A que tampoco hay casualidad ahí...